Los salones de fiestas infantiles están lejos de reinventarse

Los actores del sector creen que van a quedar menos de la mitad. Hay más de 1.500 trabajadores afectados.
Noticias de Mar del Plata. Los salones de fiestas infantiles están lejos de reinventarse

El trabajo fuerte en los salones de fiestas infantiles es en los meses del ciclo lectivo. Los chicos, en general, festejan sus cumpleaños entre marzo y diciembre. Por eso, el sector ansiaba la llegada del tercer mes de este 2020. Sobre todo, después de los últimos dos años en los que se sintió la crisis económica. Lo bueno duró apenas dos semanas.

La suspensión de clases del domingo 15 y la declaración de la cuarentena cuatro días más tarde derivó en la cancelación de todas las fiestas ya reservadas de ese mes y las de abril. No había ni en el más pesimista de los dueños o trabajadores de los 120 salones que existen en Mar del Plata ningún presagio de lo que vendría.

La situación es tan dramática que por primera vez, los dueños de los locales se agruparon para reclamar soluciones. Analía Guerra, dueña de uno de los más conocidos de la ciudad, no sabe cuándo van a poder abrir de nuevo. Nadie les da certezas. "Somos conscientes que si no habilitan las clases, la gente igual no está tranquila. Si no van al colegio, no van a llevar a los chicos a un evento", dice.

Apenas atiende, Carlos Ruso, dueño de otro salón que ya es un clásico de Mar del Plata dice que está indignado, enojado. Ya no sabe cómo describir lo que siente. Él entiende que las autoridades no sepan para dónde va el virus o cuándo van a volver las clases. Pero no entiende cómo la municipalidad no hace una quita de las tasas, cómo los obliga a seguir pagando cual si no pasara nada.

"Tengo boletas de la TSU de diez lucas, con aumentos del 90%", dice Ruso. "A eso sumale que Camuzzi y EDEA como no salen a medir cuánto gastas, te cobran una suma similar a lo que gastaste en el mismo mes del año pasado. O sea cuando estabas trabajando. Y sumale OSSE".

Está convencido de que la municipalidad debería condonar las deudas. "No podemos estar un año sin recaudar nada y pagando impuestos". Ruso lo ve claro: "si alquilás el local, lo tenés que dejar ya y abrir cuando pase todo. Es una cuestión de lógica comercial".

En el rubro no existe la posibilidad de reinventarse. Al menos veinte locales cerraron definitivamente. Algunos pusieron juguetería, kiosco, pet shop. Otros trataron de generar un delivery de comidas o de desayunos. Guerra se pregunta cuántas chocolatadas debe vender para pagar un alquiler de 60 mil pesos.

¿Y a los empleados? Animadores, camareros, disc jockey, cocineros, mantenimiento. Guerra y Ruso coinciden en que la cantidad de trabajadores afectados ronda entre los 1.500 y los 1.700. Sin contar los rubros como empresas de catering, de recreación, fotógrafos que trabajan con ellos de forma indirecta.

La única ayuda a la que accedieron por parte del estado es a los ATP. A los empleados registrados el gobierno nacional les paga la mitad del sueldo.

La propuesta de Zoompleaños es así. El salón se pone de acuerdo con los padres. Día y hora del cumpleaños y le lleva a cada invitado una merienda. Incluye jugo, papas fritas, sanguchito, mini donas, cookies y la bolsa de pochoclo, entre otras cosas. Al cumpleañero le regalan una torta y una bolsa de pochoclos como souvenir a cada chico. Durante una hora y media y por la plataforma zoom hacen diferentes actividades.

Analía Guerra se sincera: "No me gusta el zoom. Como salón hemos recibido unas cuatro o cinco consultas pero nadie lo ha contratado. Hay un solo local que conozco que tuvo uno. El resto nada".

Las fiestas infantiles se contratan con una anticipación de no más de dos meses. Si abren ahora, no pueden asegurarle a nadie una fecha en que las fiestas estén permitidas. Pero una vez abiertos los gastos empiezan a correr de nuevo. "Te pegan acá -dice Ruso y se lleva la palma de la mano a la nuca- y está el miedo: si los adultos están diciendo que no mandarían a sus hijos al colegio, imagínense a un salón de fiestas".

"¿Cuantos van a cerrar? No sería de extrañar que en estos meses cierren todos. Van a quedar los que son propietarios. ¿Cómo sostenes un negocio con pérdida de más de sesenta o setenta lucas mensuales? Es estúpido. Así de dramática y terminal es la situación", dice Ruso.


Cómo colaborar con Región Mar del Plata