El plástico podría ser un motor de desarrollo y empleo en Mar del Plata

La ciudad cuenta con la infraestructura y el conocimiento científico para fabricar polímeros biodegradables.
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Región Mar del Plata dialogó con la investigadora Vera Alvarez acerca del plástico, la contaminación y la posibilidad de generar una industria que trabaje con polímeros biodegradables.

El sector tiene números que impactan: la Cámara Argentina de la Industria Plástica (CAIP) aseguró que en el país cada año se consumen 41,9 kilos de plástico por persona. "La mayoría no se recicla con lo cual se produce casi la misma cantidad de basura plástica", dijo Alvarez.

El tema será el primero del ciclo de Charlas que organiza el CONICET Mar del Plata llamado "Diálogos sobre". Se trata de la tercera edición que comenzará el próximo miércoles 25 de agosto, se trasmitirá por el canal de prensa de CONICET en Youtube y en la página de Facebook.

El panel contará con la moderación del periodista y escritor Martín Kobse y estará integrado por la especialista en materiales e investigadora principal del Instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de los materiales (INTEMA- CONICET, UNMDP) Vera Álvarez; el economista, integrante del grupo de Análisis Industrial y docente de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNMDP, Fernando Graña y los investigadores adjuntos del Instituto de Investigaciones Marinas y Costeras (IIMyC- CONICET, UNMDP) Juan Pablo Seco Pon y Mauricio Díaz Jaramillo, quienes centran sus estudios en los efectos de plásticos en aves marinas y la presencia de microplásticos en estuarios bonaerenses.

Además, el evento es realizado en el marco del BIOPOLI 2021, workshop que se desarrollará de manera virtual los días 23, 24 Y 25 de agosto, organizado por el INTEMA que es acompañado por la UNMDP y la Red de Investigación de Estresores Marinos - Costeros en Latinoamérica y El Caribe (REMARCO).

Lo que termina en el cuerpo de los animales
Según la Organización de las Naciones Unidas anualmente se producen más de 400 millones de toneladas de plástico en el mundo y sólo el nueve por ciento de los desperdicios de esta naturaleza son reciclados.

Vera Alvarez sostuvo que en la charla se hablará de contaminación: "Lo que les pasa a los pingüinos cuando ingieren los polímeros que terminan en el agua. Se trata de plásticos derivados de cosas que la gente consume en la playa y tira al mar: bolsas, sorbetes, vasos de plástico y botellas".

También dialogarán acerca de los plásticos que no contaminan. "No todos tienen su origen en el petróleo y se degradan al final de su vida útil. Se pueden poner en un compost y se transforman en dióxido de carbono y agua. Esos son naturales".

"Hay otros que se pueden reciclar", dijo y agregó: "Seguramente hablará Fernando Graña de Económicas y Sociales, que están trabajando en un proyecto muy grande de reciclado para darle un segundo uso al plástico que no se puede degradar".

Biodegradables
La científica contó que los plásticos biodegradables se usan mucho en envases de alimentos, en lo que es agroindustria y en aplicaciones biomédicas. Sin embargo, en Argentina no hay. "Está en tratamiento una ley de plásticos de un solo uso (bolsas, descartables, etc.). Si se aprueba, en tres años todas las empresas que los fabrican van a tener que hacerlos biodegradables".

¿Cómo sería la adaptación del sector a una industria más verde? "Hay que trabajar fuerte ente el sector público y el privado. Hoy por hoy no hay ningún fabricante de polímero biodegradable a escala en el país. Hay que hacer el desarrollo de los proveedores y la sustitución de importaciones. Hay que trabajar en toda esa cadena de valor".

"El trabajo debería ser entre los fabricantes de plástico y los institutos de investigación para poder tener a mediano plazo algo a escala piloto y, a largo plazo, tener el polímero desarrollado en Argentina. Solo importarlo no tiene sentido", señaló.

Mar del Plata tiene el potencial para el desarrollo
El INTEMA puede hacer un desarrollo a escala de laboratorio y planta piloto. "El instituto de Investigaciones en Ciencia y Tecnología de los Materiales viene trabajando hace años en el desarrollo de polímeros biodegradables y tiene la posibilidad de hacer hasta una planta piloto".

plastico


"Eso permite hacer una etapa intermedia y usar equipos similares a los que tienen las empresas para poder producir a una escala de prueba", explicó y añadió: "Habría que trabajar en cómo con los equipos convencionales que tienen las empresas podemos fabricar este tipo de polímeros nuevos. Hay potencialidad de hacer parte de ese desarrollo en Mar del Plata".

Se trata de un sector que genera empleo y una dinámica de consumo porque en muchos países están prohibidos otros plásticos.

Los deshechos pesqueros como materia prima
Vera Alvarez también se refirió a otro tipo de desarrollos de plásticos biodegradables. "Tenemos otros polímeros como el quitosano que se obtiene de esqueletos de crustáceos. Podríamos tener una segunda vida útil de deshechos de nuestra propia industria pesquera".

"Los esqueletos se llevan a una planta de tratamiento y se les hacen tres procesos químicos. A partir de eso se obtiene el polímero inicial y de ahí se obtiene el quitosano que se usa mucho en agroindustria, envases, aplicaciones biomédicas, remplazo de cartílagos, hidrogeles, bio estimulantes. Tiene un montón de aplicaciones y hoy se importa porque no hay un fabricante", detalló.

Polo basurero
La especialista recordó que tenían un proyecto llamado Polo Basurero que era sobre los productos que se pueden hacer del reciclado del plástico. Hay varios ejemplos: de las bolsas se fabrican palos de escoba, del polipropileno se hacen bancos para plazas y de las botellas se extrae la manta polar. "No obtuvimos financiación para comprar equipos y hacer pruebas".

"Desde acá se venden las botellas baratísimas a China. Ellos lo transforman en polar y te lo venden veinte veces más caro. Estamos como con el cuero y los zapatos hace 200 años. Vendemos la materia prima y después nos venden el producto terminado", manifestó.

Tras aclarar que hay que aprovechar la basura, Alvarez describió que el proyecto consistía en una planta que fabricara estos productos al lado de CURA, la cooperativa que separa los residuos frente al predio de Disposición Final. "En vez de vender todo separado, contar con una cadena de valor".

Lo proyectaron con un municipio que estuviera presente, una empresa que generara empleo, productos validados para vender y exportar. "El reciclado y los polímeros biodegradables no tienen techo", afirmó la especialista y dejó en claro que Mar del Plata tiene el conocimiento y la infraestructura para avanzar en el desarrollo de esta industria.


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