Las autoridades ya sabían que en las escuelas hay agua con glifosato

El Consejo Escolar lo supo hace diez meses. Sin embargo, recién a fines de febrero, junto a OSSE y ADA tomaron muestras de agua. La comunidad educativa y los investigadores denunciaron que cloraron los pozos antes del muestreo y eso podría distorsionar el resultado.
Noticias de Mar del Plata. Las autoridades ya sabían que en las escuelas hay agua con glifosato

El pasado 14 de marzo, Región Mar del Plata publicó lo que los vecinos de la zona, los alumnos, los padres, docentes y directivos de los colegios sospechaban y el Grupo Aguas de la facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de Mar del Plata comprobó: el agua de dos establecimientos donde funcionan cuatro escuelas está contaminada por agroquímicos. Hay algo más grave: el Consejo Escolar lo sabe desde el 30 de junio de 2020 y, sin embargo, no ha brindado ninguna solución de fondo.

Hay glifosato en el agua de la EEP 8 ubicada en el kilómetro 16 de la ruta 226 (El Coyunco) y la EES 50, EES 46 y el Jardín 918 cuyo establecimiento está en el barrio Gloria de la Peregrina. En ese edificio también hallaron nitrato -otro compuesto asociado a los agroquímicos- al igual que en la escuela 51 del Paraje San Francisco.

Vecinos de La Gloria de la Peregrina, Sierras de los Padres, Colinas Verdes, docentes e investigadores del Grupo denunciaron que al menos en el edificio de la Peregrina, tanto Obras Sanitarias como la Autoridad del Agua cloraron los pozos y luego, sin dejar pasar la cantidad de días recomendados, tomaron muestras para analizar el agua. Eso sucedió al menos en el establecimiento de la EES 50, la EES 46 y el jardín 918.

Es como si antes que llegaran los peritos hubieran limpiado la escena de un crimen. "Los resultados que se pueden obtener después de una cloración no son representativos porque el agua tiene cloro residual que puede influir sobre el análisis", explicó Manuel Irigoitia del Grupo Aguas y sostuvo que solicitaron al Consejo Escolar que informe las fechas de cuándo se cloraron los tanques de las escuelas y cuándo se tomaron las muestras.

La escuela fumigada
Nadia es docente, trabaja en la escuela 50 hace más de una década y dice que el edificio está rodeado. "No sólo estamos al lado de campos que fumigan y de lavaderos de zanahorias sino que la escuela está a diez cuadras del Frutillar".

El Frutillar es conocido por la producción de frutillas y otros frutos rojos en la zona. Y también adquirió fama porque cuatro empresarios vinculados a la firma están procesados por el Juzgado Federal Nº1. La justicia sospecha que cometieron el delito de trata de personas con fines de explotación laboral contra, al menos, 150 trabajadores.

La docente dice que las fumigaciones se huelen y el aire se pone denso. Y que las fumigaciones se ven en la espuma que tiene el agua que baja de los campos donde los mosquitos -la máquina con que se arroja el agroquímico- fumigan de manera constante. "La medida cautelar que no los deja fumigar a menos de mil metros de centros urbanos es como un cuento". Es eso que nadie respeta.

Las fumigaciones, además, dejan su huella en las pieles de los alumnos -dice Nadia-. La intoxicación aguda por agroquímicos genera, entre otras cosas, lesiones cutáneas como enrojecimiento, zarpullido y manchas además de problemas respiratorios.

Los chicos que van a las escuelas viven en la zona y muchos trabajan en los campos cercanos. "Todo sin ningún tipo de protección. Ellos tienen que comprar los insumos y no pueden porque son caros. Aún si los tuvieran, una vez que se los sacan, respiran los agrotóxicos porque está todo contaminado".

Con el agua a cuestas
Nadia también trabaja en la escuela de Laguna de los Padres y narró que en ese establecimiento y en la EES 50 se ha vuelto algo normal que los directivos tengan que ir a buscar bidones de agua al Consejo Escolar. Se trata de los envases que usan los dispenser.

No alcanza. Entonces piden a los docentes y a los chicos que lleven su propia agua. "Son chicos de jardín, primaria y secundaria que después vuelven a la casa, que está cerca de la escuela y toman agua de la misma napa. Estamos hablando de algo más profundo que es el sistema de producción".

"Las escuelas deberían tener una cisterna donde cargar el agua o que llegue el agua potable", sostuvo

Todos llegan tarde
Miguel, vecino de Colinas Verdes, contó que las fumigaciones nunca se detuvieron. "Uno hace la denuncia, saca la foto del mosquito y los organismos municipales que tienen que tomar cartas en el asunto no lo hacen a tiempo. Cuando llegan, ya fumigaron y se fueron. La policía también llega tarde".

"La municipalidad podría contactar a los campos para que no fumiguen a menos de mil metros", dijo y no lo hace. "En realidad no debiera fumigarse en ningún lado pero deberían respetar eso que dice la cautelar", completó.

"No se hace nada. Los sistemas de control que existen que son legales, no funcionan y no hay otro tipo de estudios ni de prevención", señaló en referencia a la inexistencia de estudios epidemiológicos que determinen si hay más prevalencia de enfermedades en la zona, por ejemplo. Es el propio estado el que debería encargarse de asegurar la calidad del agua. Así sin cloraciones.


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