El laboratorio del SISP destaca su rol clave en el Día del Bioquímico
Con motivo del Día del Bioquímico, el equipo del laboratorio del Sistema Integrado de Salud Pública de Tandil (SISP) reafirma su compromiso con la salud pública, operando los 365 días del año con innovación y vocación de servicio.

Este 15 de junio, Argentina celebra el Día del Bioquímico, una fecha para reconocer el trabajo silencioso pero esencial de quienes procesan y analizan datos vitales para el sistema sanitario. En Tandil, el laboratorio del Sistema Integrado de Salud Pública (SISP) funciona sin interrupciones, todos los días del año, desde el Hospital Municipal Ramón Santamarina.
Conformado por 14 bioquímicos, 20 técnicos, 5 administrativos y 4 mucamas, el laboratorio procesa más de 200 muestras diarias que provienen no solo del Hospital Santamarina, sino también del Hospital de Niños, el Hospital de Vela y los 20 centros de salud comunitaria del Partido.
Entre los servicios que ofrece, se destaca el análisis de ácidos biliares, único en la ciudad, crucial para detectar preeclampsia en embarazadas, una condición médica potencialmente grave. “Este tipo de estudios son decisivos para determinar si hay que interrumpir un embarazo a tiempo”, explica Carolina Gómez, jefa del laboratorio desde hace más de cinco años.
Pandemia y transformación: un punto de inflexión
Gómez asumió la jefatura justo al comienzo de la pandemia por COVID-19, en medio de una profunda transformación tecnológica y edilicia del laboratorio. “Fue un antes y un después. La crisis nos obligó a reinventarnos, pero también nos fortaleció”, señala.
Durante los momentos más críticos, el laboratorio estableció convenios con la UNICEN, fortaleciendo el trabajo conjunto con el área de Virología y posibilitando la actualización continua sobre un virus hasta entonces desconocido. Además, la donación de un ciclador permitió realizar testeos PCR en la ciudad, evitando enviar muestras a Mar del Plata y ganando valioso tiempo de respuesta.
Innovación, capacitación y respuesta inmediata
La respuesta del equipo fue ejemplar: en apenas tres días, se capacitaron para operar la nueva tecnología con 12 horas intensivas de formación, permitiendo a Tandil afrontar la demanda creciente de análisis durante la emergencia sanitaria. “Logramos adaptarnos y mantener el ritmo de trabajo en un contexto cambiante y exigente”, agrega Gómez.
Un laboratorio que nunca se apaga
El laboratorio opera de forma continua gracias a equipos de última generación. Su constante actualización tecnológica es clave para mantener la calidad del servicio frente a una demanda en crecimiento. “Solo se detienen por tareas de mantenimiento. La robustez de la aparatología es esencial para garantizar resultados precisos y oportunos”, concluye su jefa.