Donación de un mural al Colegio de Arquitectos

Se llevó la donación de la pintura mural “Años Dorados” del artista-arquitecto Homero González Sangorrín al Colegio de Arquitectos de la Provincia de Buenos Aires distrito 9. El evento tuvo lugar este viernes por la tarde en el Espacio Cultural “Cova”, ubicado en Funes 2146, l

Al dar la bienvenida a los presentes, el presidente de la entidad, Diego Domingorena, señaló que “éste es el primer evento que hacemos en el Espacio Cova de esta gestión en 2023 y tenemos el honor que sea con un gesto que ha tenido Homero de conceder este mural digital que ha realizado con tanta dedicación, empeño y trabajo”.

Además, recordó que esta es la primera cesión que recibió el Colegio del arq Roberto Cova y que lo transformaron en un espacio social, cultural y para la comunidad. “A partir de esa donación importante se están sucediendo varias más, como la foto de Astor Piazzolla de “Pupeto” Mastropascua y lo que acontecerá el próximo miércoles 23 de marzo durante el encuentro que se va a denominar “40 años de Memoria”, donde el artista plástico Felipe Giménez va a legar un mural en relación al Día Nacional de la Memoria, por la Verdad y la Justicia, al cual están todos invitados,  lo que el estimado Roberto Cova pensó para este lugar.

Finalmente agradeció al profesional “por su gentileza y que haya pensado entregarlo al Colegio porque no sólo repensó el momento fundacional de la ciudad, sino recreó la primera planificación urbana de Mar del Plata y eso tiene un valor urbanístico también para la institución”.

Por su parte, González Sangorrín comentó que esta obra es una de cuatro imágenes que realizó para intervenir el salón del subsuelo de la Villa Normandy, “inspirándome en la sensación de cómo sería haber vivido ahí, quiénes serían sus dueños y sus vecinos“. Luego contó que tuvo que apelar a ciertas licencias artísticas para poder recomponer un paisaje con las majestuosas casonas pintoresquistas y describir el origen de Mar del Plata,

“Quise hacer un homenaje de alguna manera a los años dorados de la Belle Epoque de esta ciudad y me hubiese encantado que Roberto Cova lo hubiese visto porque con él tuve una cierta amistad y cuando salíamos de recorrida me contaba anécdotas urbanas casi secretas”.

Por último dijo “teniendo en cuenta la ética y las buenas normas que tenemos que tener los arquitectos, quienes a su vez tratamos de generar espacios para que la vida de todos sea mejor, quise repensar de dónde venimos y éste es un tributo a los hacedores de la Mar del Plata original y a los que vinieron de la guerra con sus constructores, sus arquitectos y construyeron esas casonas y es a partir de donde empezó todo”.