Más de 600 familiares de víctimas de violencia estatal se reunieron en Chapadmalal

Fue en un encuentro que organizó la Comisión Provincial por la Memoria. Hay novedades en dos casos que sucedieron en Mar del Plata.
Noticias de Mar del Plata. Más de 600 familiares de víctimas de violencia estatal se reunieron en Chapadmalal

Entre el jueves y el sábado, el complejo turístico de Chapadmalal fue el escenario del IX Encuentro Nacional de Familiares víctimas de la tortura y otras violencias estatales y el VII Encuentro de Organizaciones y espacios de memoria que organizó la Comisión Provincial por la Memoria (CPM). 

Allí, se reunieron referentes de diferentes provincias que participaron de charlas, intercambios, debates y espacios de formación. La comisión informó que las actividades apuntaron a “fortalecer la organización, volver a pensar las demandas, y reponer los desafíos tanto de las y los familiares de víctimas del sistema penal y la represión estatal como de quienes habitan, trabajan e impulsan hoy los sitios y espacios de memoria”.

“Las violencias del estado en democracia, las juventudes frente a las políticas neoliberales, los desafíos de la memoria en tiempos de ´negacionismo´ y los problemas del sistema penal fueron algunos de los ejes de las mesas de diálogo y los talleres de ambos encuentros”, afirmó. 

Detención ilegal y torturas 

Este año, se reunieron más de 660 familiares víctimas de violencia estatal, referentes y trabajadores de sitios y organizaciones de memoria de distintos puntos del país como Buenos Aires, CABA, Córdoba, Santiago del Estero, Tucumán, Jujuy, Salta, Chaco, Misiones, Corrientes, Entre Ríos, Formosa, La Rioja, Catamarca, Mendoza, San Juan, San Luis, Santa Fe, Entre Ríos y Chubut.

Entre ellos, estuvo Lautaro uno de los dos adolescentes que el año pasado padeció una detención ilegal y torturas por parte de policías de la comisaría distrital sexta de Mar del Plata. 

La noche del sábado 17 de septiembre de 2022, Lautaro sintió un miedo de muerte. A las diez, caminaba junto a un amigo de 14 años por la calle Berutti al 9100 cuando los interceptó un patrullero con los oficiales Ariel Estévez y Micaela Estigarribia a bordo. 

Les pidieron los documentos y les ordenaron poner las manos sobre el capot del móvil. Un vecino se acercó, preguntó qué ocurría y los agentes le dijeron que se fuera.

Unos minutos más tarde arribaron al lugar los oficiales Jonatan Cabrera y Vanesa Cano. Cabrera le dio trompada en la boca al menor de los dos chicos mientras Estévez le apoyaba el arma reglamentaria en las costillas y le decía que si gritaba, lo mataría. Cabrera también sacó su arma y empezó a gatillarle en la cabeza mientras Cano intentaba colocarle la suya en la boca. Después, les pusieron las esposas y los subieron a uno de los patrulleros. 

Durante el viaje, que se extendió por unas doce cuadras, la oficial Cano gritaba: “Ahora van a ver cómo los matamos y nadie se entera. Yo tengo un montón de muertos y nadie se enteró. Dos más no me van a hacer nada”.

Los patrulleros se detuvieron en un terreno baldío ubicado en Strobel al 10000. Allí, los obligaron a arrodillarse. Al amigo de Lautaro le exigían que le pidiera disculpas a Cabrera. Estévez mantenía la pistola sobre la sien del chico y gatillaba: “Mirá como te tenemos. Te vamos a enseñar a respetar porque los que mandamos somos nosotros”, decían al mismo tiempo que le daban cachetadas en la nuca. Cano, que filmaba todo, también le pegaba. 

A Lautaro lo amenazaban: “Esto te pasa por andar con éste. La próxima vez que te vea no te vamos a perdonar”, pero después volvían sobre sus dichos: “Me parece que te vamos a matar acá”. 

Faltaba el final. Estévez les apuntaba con una escopeta y les ordenaron que corrieran: “Tienen tres segundos. Tres, dos, uno”, dijeron y dispararon mientras ellos corrían. 

Estévez, Cabrera y Cano quedaron detenidos días después del hecho. En tanto, Estigarribia fue sobreseída porque tuvo una actuación pasiva y se convirtió en una testigo clave. 

El abogado de la Comisión provincial por la Memoria, Rodrigo Pomares, que representa a Lautaro declaró que la causa por detención ilegal y torturas ya se elevó a juicio y es probable que el debate oral se desarrolle el año próximo.

Gatillo fácil 

Brandon Romero tenía 18 años el 5 de julio de 2020 cuando el policía Arcángel Bogado le disparó al menos ocho veces y lo mató. Sin embargo, el pasado 12 de mayo un jurado popular declaró que el efectivo policial era inocente. 

Romina, la madre de Brandon estuvo en el encuentro y contó que para ella “el juicio fue una muerte, un nuevo asesinato de Brandon. Nos mataron de nuevo. Después del juicio, cremé a Brandon así que se me vino bastante pesadito”.

Además, Romina contó que con su abogado y el Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS) recurrieron a la Corte Interamericana de Derechos Humanos porque, desde el principio de la causa, el fiscal Alejandro Pelegrinelli avanzó en la investigación como si todo se hubiese tratado de una legítima defensa, que fue lo que dijo Bogado en su declaración. 


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