Así afectaría la Ley Ómnibus a todos los sectores de las industrias pesquera y naval

Las medidas que impulsa el presidente terminarían con toda la cadena de valor. Mar del Plata consiguió un compromiso de que, finalmente, no haya reforma a la legislación.
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Los sectores de la pesca están en vilo desde que se conocieron las modificaciones a la Ley de Pesca que impulsa el gobierno de Javier Milei a través del proyecto de ley ómnibus. Recién el jueves hubo algo de tranquilidad. Fue tras la reunión que gobernadores de la Patagonia y el intendente Guillermo Montenegro mantuvieron con el ministro del Interior Guillermo Francos. 

Allí, el gobierno nacional se comprometió a rever las medidas, proteger a la pesca argentina en las 200 millas de la Zona Económica Exclusiva y las fuentes de trabajo que genera. De una primera lectura se desprende que la presidencia fue al menos desprolija en el tratamiento del tema.

En la reunión de la Comisión de Industria, Comercio, Pesca, Innovación y Trabajo del Concejo Deliberante quedó claro que la ciudad rechaza las modificaciones. Al repudio también se sumó el Gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof. 

A la reunión, convocada por el presidente de la comisión, Miguel Guglielmotti, asistieron todos los sectores de la industria Pesquera y Naval de la ciudad tanto de trabajadores como de cámaras patronales, concejales de los bloques de Unión por la Patria, Coalición Cívica, Vamos Juntos, Frente Renovador, Unión Cívica Radical y Acción Marplatense, legisladores provinciales de Unión por la Patria y de Juntos por el Cambio y representantes del gobierno local. Si no fuera por el ausente de los dos concejales de LLA, hubiera quedado representado todo el arco político. 

Los sectores coincidieron en que las medidas que impulsa Milei ponen en riesgo el recurso, destruyen la pesca argentina y con ella las plantas que trabajan en tierra en el procesamiento de pescado y la industria naval. Es decir, los astilleros y los talleres que trabajan en la construcción y el mantenimiento de buques. 

En el inicio del encuentro, Guglielmotti precisó que unas  40 mil fuentes de trabajo están en riesgo. Es una obviedad decir que la actividad es fundamental para la producción y el trabajo de Mar del Plata. 

El fin de la Zona Económica Exclusiva 

Los artículos 26 y 27 del proyecto de ley ómnibus habilitarían la licitación internacional de permisos de pesca en las 200 millas del Mar Argentino. En otras palabras, terminaría con la Zona Económica Exclusiva. 

Además, los barcos ya no estarían obligados a descargar en puertos nacionales, ni a contratar personal argentino ni a radicar sus buques en el país. Se trata de una desregulación y una apertura brutal con un criterio monetarista: el que ponga más dinero se queda con la licencia sin importar a quién contrata, dónde procesa y produce ni con quien comercializa. 

“No hay forma de competir”

El secretario General del SIMAPE, Pablo Trueba, describió lo que podría ocurrir. “Si los buques descargan en otros puertos, Argentina no va a tener regalías”, explicó. 

Para entenderlo basta un ejemplo: el sesenta por ciento de los barcos que operan en la milla 201 (N de la R: el límite de la Zona Económica Exclusiva) son chinos y descargan en un puerto ubicado cerca de Montevideo o en buques madres.

A su vez, Trueba aclaró que las naves ya tienen tripulación. No van a contratar personal en el país. Cuentan con otra legislación y, en muchos casos, el trabajo a bordo es esclavo. A eso se suma que los gobiernos, el chino por ejemplo, subsidia el combustible y no cobra retenciones. “No hay forma de competir”, explicó Trueba y dejó en claro quién ganaría las licitaciones. 

Luego se preguntó qué harían los empresarios que pierdan la cuota. “O prestan servicio para el que gane, o sea pescan para ellos o les venden todo porque ya no podrán pescar pero puede que no se los compren porque ya tienen todo su círculo armado”. 

A su vez, Trueba sostuvo que no habrá ningún control si los barcos pueden descargar en Montevideo, Brasil, Malvinas o los buques madre y advirtió que la entrega de los recursos pudo haber sido deliberada: “Nadie sabía de esta ley, se manejó con mucha discrecionalidad y se presentó de noche. Hubo una intencionalidad”. 

La ley vigente, según el sindicalista, logró que el Mar Argentino y la pesca sean para los argentinos. “Las empresas, por más que sean de capitales extranjeros, están radicadas en Argentina y llevan tripulaciones argentinas. Eso cuida la Ley Federal de Pesca y contempla que haya un  mayor recurso y más valor agregado”. Por eso pidió dejar de lado cualquier división y “hacer fuerte esta mesa que conformamos”. 

Ya hay despidos

El daño que podría producir la reforma alcanza a toda la cadena de producción. El eslabón más débil es el de los trabajadores que se desempeñan en las plantas de procesamiento como los fileteros y fileteras. 

La Secretaria General del Sindicato Obrero de la Industria del Pescado (SOIP), Cristina Ledesma, anticipó que si la reforma se aprueba terminará destruyendo al sector ¿Si los barcos no descargan en el puerto de Mar del Plata, con qué materia prima van a trabajar?

Se trata de un gremio cuyas condiciones laborales son siempre precarias. “Antes de fin de año despidieron a 600 trabajadores mientras que el 70% trabaja en negro”, denunció.

“Cada vez somos menos los trabajadores en tierra, cada vez hay menos mano de obra. Espero que si logramos el rechazo de esta modificación no se olviden de nosotros”, dijo. 

“No nos damos cuenta de lo que mueve el Puerto”

Los representantes de la Industria Naval dejaron en claro que, de prosperar las medidas del gobierno, toda la industria quedaría al borde de la desaparición. La presidenta de la Asociación Bonaerense de Industria Naval y de SPI Astilleros, Sandra Cipolla, sostuvo que el proyecto de ley “desregula el comercio exterior y habilita la importación de buques y objetos navales tanto nuevos como usados. Una herramienta que ha sido primordial para el desarrollo del sector”.

Ya no será una prioridad que los buques se construyan en el país. Cipolla expresó el rechazo a las medidas, pidió la revisión y que haya diálogo: “Una instancia que se obvió y ahora resulta imprescindible”. 

La titular de la Cámara de la Industria Naval, Florencia Garrido, rechazó las modificaciones que “surgen del desconocimiento”, advirtió que todos los clientes de quienes integran la cámara pueden ser reemplazados por buques extranjeros y que en la industria naval el anuncio de las medidas ya generó la suspensión de contratos. 

Si los buques que ganan las licitaciones son de otras banderas ¿para quién van a construir naves los astilleros argentinos, para quién van a hacer reparaciones? ¿Para quién van a trabajar los electricistas que se especializan en la energía de un barco o los diseñadores? 

Antonio Solimeno, presidente del grupo Solimeno, recordó el esfuerzo que hizo el sector en los últimos 25 años: “Tenemos una veda merlucera que se respeta a raja tabla”, señaló y alertó sobre la apertura del caladero. 

Solimeno se refería así a que cuando la actividad estaba desreglada y no había controles, como ocurrió en la década del noventa, el recurso se puso en peligro. Si los barcos ya no están obligados a descargar en puertos nacionales ¿quién va a controlar que no se lleven más recursos de los que tienen permitidos? 

“Si esta ley sale, va a ser el quebranto de todos. Sin cuota y sin recursos, ¿qué le voy a decir a mi gente, al astillero que me repara el barco? El puerto es pesquero, comercial, naval, industrial y de industria naval. A veces no nos damos cuenta lo que se mueve. Genera mucho trabajo. El mayor problema va a ser lo social”, sostuvo. 

El aumento de las retenciones

Mariano Retrivi de la Asociación Langostinera Federal Argentina (ALFA) encendió un alerta sobre un aspecto de la reforma que poco se había mencionado hasta el momento: “Las retenciones del 15% a todos productos del sector” que se exporten a las que calificó como una “locura”. 

La riqueza es el trabajo

El diputado provincial Gustavo Pulti (UxP), fue contundente a la hora del rechazo a las modificaciones que plantea el proyecto de Milei: “Hay un argumento falaz en la idea de que  con un arancel se va a ganar la misma riqueza que trabajando y produciendo”. 

También sostuvo que es falaz que la competencia vaya a ser en iguales condiciones porque los chinos, los coreanos, los taiwaneses y también los españoles e ingleses subsidian no solo el combustible sino la construcción de las naves. A eso sumó como “la etapa final del desastre” el  15% de retenciones: “Como la ley permite descargar en cualquier puerto, esos buques van a ir a sus puertos para no pagarlas”.

El legislador también recordó la depredación del recurso que se lleva a cabo en la milla 201 y en el perímetro de las Islas Malvinas donde hay 1649200 kilómetros cuadrados que “Gran Bretaña explota ilegalmente porque toma recursos que son nuestros y sacan 250 mil toneladas por año”. 

El sistema de pesca que cuida los intereses del país y de los marplatenses no puede replicarse en esos sitios. “¿Qué va a hacer el gobierno nacional?”, se preguntó Pulti y respondió: “¿Le va a dar permiso a los barcos ingleses acá frente a las costas de Mar del Plata? ¿Les va a dar cuotas a los que dejaron sin vida a soldados marplatenses en Malvinas para que pesquen delante nuestro?”.

Luego, indicó que hay otro error que es “pensar que es un tema de dinero en esta obsesión de no poder ver el trabajo, la producción, el progreso social del pescador; en esta obsesión estúpida de querer recaudar matando la riqueza nacional que es el trabajo arriesgando el recurso”.  

Antes de finalizar, propuso que todos los actores conformen una comisión permanente. “Tiene que ser cerrado, rotundo y en bloque: Mar del Plata le dice que no a la ley Ómnibus y a la reforma”. 

El gobierno nacional se comprometió a hacer cambios. A juzgar por la realidad de cada sector, deberán ser muchos para no afectar el trabajo de ninguno de ellos. 


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