Denuncian fumigaciones para la instalación de un frutillar a metros de viviendas
Vecinos de El Boquerón registraron las aplicaciones. Fueron cuatro en una semana. En la producción de frutillas se utiliza bromuro de metilo, un agroquímico de los más nocivos que se comporta como neurotóxico.
En el barrio El Boquerón hubo pulverizaciones con fertilizantes sólidos a sólo 100 o 200 metros de las viviendas. Los vecinos las registraron durante la semana que transcurrió del 10 al 15 de enero.
En los videos se puede ver a los mosquitos, tal como se llama a la maquinaria que se usa para fumigar, recorriendo el campo y, atrás, cómo despide una nube del producto que está arrojando. Fueron jornadas en las que el viento alcanzó los 30 kilómetros por hora e iba en dirección a las casas.
En uno de los videos, los vecinos se refieren a esa nube como deriva. Toda fumigación tiene una deriva: parte de los agroquímicos viaja más allá del sitio fumigado y puede llegar a varios kilómetros de distancia.
Los dueños del terreno incumplieron la disposición de la Suprema Corte de Justicia de la provincia de Buenos Aires que prohíbe fumigar a menos de mil metros de viviendas.
Las fumigaciones en El Boquerón son constantes y llevan décadas. El barrio, ubicado en el kilómetro 19 de la ruta 88, está en una zona rural que forma parte del cordón frutihortícola.
Hace dos años, los vecinos comenzaron a tomar registro de los mosquitos a menos de mil metros de las casas y de los operarios que fumigan con mochila. También hicieron denuncias y conformaron la Ecoasamblea El Boquerón.
La situación es similar a la de otras zonas de General Pueyrredon que sufren las consecuencias de las fumigaciones como Félix U Camet, Sierra de los Padres, El Marquesado y Valle Hermoso.
Investigación
La Ecoasamblea El Boquerón denunció al campo que, en principio, alegó que estaban arrojando fertilizantes y no fumigando. Sin embargo, los fertilizantes también son agroquímicos.
En total, fueron cuatro fumigaciones en solo una semana. Los vecinos llamaron a la municipalidad y a la policía. Pero los agentes se limitaron a labrar actas desde la tranquera, no ingresaron al campo ni interrumpieron la fumigación ni tomaron datos de los operarios ni de la maquinaria.
Recién el 15 de enero la policía realizó actuaciones formales en las que dejaron constancia de los nombres y las recetas agronómicas. En tanto que, por orden judicial, comenzó una investigación.
El Frutillar neurotóxico
La Ecoasamblea aclaró cuáles son las intenciones de los productores. Están preparando el terreno para instalar un frutillar justo al lado de otro que ya existe y está a unos 500 metros de las casas.
En la producción de frutillas se utilizan diferentes agroquímicos. Entre ellos, uno de los más nocivos: el bromuro de metilo. En el barrio lo saben porque junto al campo han encontrado envases vacíos de este compuesto.
El bromuro de metilo es neurotóxico y puede afectar los pulmones, el hígado y los riñones. También puede producir reacciones en la piel, dolores de cabeza y de garganta, inflamaciones y mareos, entre otros efectos.
