Balcarce celebró la Semana del Derecho a Jugar con el impulso del “Club Después del Cole”
Con actividades en escuelas y barrios, el programa municipal “Club Después del Cole” impulsó una nueva edición de la Semana del Derecho a Jugar en Balcarce, promoviendo la importancia del juego en el desarrollo infantil.

Con una agenda repleta de actividades, talleres y juegos en escuelas y espacios comunitarios, el programa municipal “Club Después del Cole”, dependiente de la Secretaría de Desarrollo Social, llevó adelante una nueva edición de la Semana del Derecho a Jugar. Esta propuesta, que ya cumple cuatro años, continúa creciendo en alcance, participación y compromiso de la comunidad educativa.
“Esta iniciativa nació con el propósito de que todas las instituciones que trabajan con niños, niñas y adolescentes visibilicen el derecho a jugar”, explicó Fara Amado Cunqueiro, coordinadora del programa.
La Semana del Derecho a Jugar se celebra en la semana del 27 de septiembre, fecha que conmemora la sanción de la Ley N.º 23.849, mediante la cual Argentina incorporó la Convención sobre los Derechos del Niño. Esta norma sentó las bases de un sistema integral de promoción y protección de los derechos de la infancia y adolescencia.
Durante esta edición, instituciones educativas, organismos sociales y vecinos participaron activamente de las distintas propuestas.
“El objetivo fue que cada institución dedique al menos un día a reflexionar sobre el juego como herramienta esencial del desarrollo integral”, explicó Cunqueiro.
Juegos, creatividad y comunidad
El equipo del Club Después del Cole recorrió todas las escuelas de Balcarce, Ramos Otero y San Agustín, llevando actividades lúdicas y espacios de encuentro. Además, se realizaron intervenciones barriales abiertas a toda la comunidad, un spot audiovisual difundido en medios locales y un programa de radio que se emitió por todas las emisoras de la ciudad.
El cierre fue especialmente emotivo: se desarrollaron tres jornadas simultáneas con la participación de siete escuelas, donde se organizaron dinámicas grupales, juegos cooperativos y espacios de reflexión sobre cómo el juego fortalece la autoestima, la creatividad y el bienestar emocional.
“Lo más valioso fue ver cómo las instituciones y familias se apropiaron de la propuesta. Fue una experiencia enriquecedora y muy participativa”, expresó Cunqueiro.