La Mesa Pesquera de Puerto Quequén busca el desarrollo de la actividad y pide un permiso para trabajar durante todo el año en una zona de captura, que permanece vedada durante seis meses. Según afirman desde el sector, la prohibición fue una de las causas del deterioro y de la pérdida de rentabilidad de la flota local.
La veda existe desde hace siete años e impide la captura, durante marzo y octubre, en una zona delimitada por las costas de Claromecó y Carmen de Patagones.
Según se argumentó desde el sector de la pesca local, un permiso exclusivo para la captura, mientras permanece la veda, beneficiaría a las trece embarcaciones con asiento en Puerto Quequén y al desarrollo de actividades conexas, como frigoríficos, entre otras.
En ese sentido, los representantes de la Mesa Pesquera Local viajarán mañana a Buenos Aires para participar de las sesiones del Consejo Federal, que es el órgano que debe decidir si permite el ingreso, a la zona vedada, a las embarcaciones con asiento en Puerto Quequén.
En la oportunidad, se acercará al Consejo Federal un acta que fue firmada el viernes pasado por la Mesa Local, donde se argumenta el permiso de exclusividad en la zona durante la veda.
La autorización, que debe expedir el Consejo Federal, permitiría que la flota de lanchas amarillas, los armadores y los trabajadores de la pesca lleven a cabo sus actividades durante todo el año.
Se informó que en otros puertos funcionan mecanismos similares para desarrollar las flotas pesqueras locales.
Por otro lado, cuando se levanta la veda el 31 de marzo, las lanchas amarillas locales "sufren” la competencia de la flota de mayor envergadura, que limita el trabajo en la zona de captura denominada "El Rincón”. Fuente: Ecos Diarios
