Desde Juntos piden que el Gobierno no intervenga en el mercado lechero
Lo hizo el diputado Emiliano Balbín a través de un proyecto de declaración, y es para que no se perjudique a los tambos de la Provincia.
Desde Juntos le piden al Gobernador bonaerense que gestione ante el Poder Ejecutivo Nacional, con el fin de eliminar toda intervención o acuerdos de regulación de precio de leche cruda y productos lácteos, toda vez que esos acuerdos perjudican a los productores tamberos de la Provincia de Buenos Aires en particular, y de toda la Argentina en general, en el entendimiento que éstos son el eslabón más débil dentro de los actores que componen la cadena láctea.
Al mismo tiempo, le piden a Kicillof que apoye el reclamo llevado adelante por los productores lecheros radicados en la Provincia, para que no se afecte el precio que se les paga por litro de leche cruda.
Al respecto, el diputado Emiliano Balbín, fundamentó su iniciativa en el hecho de que “varias instituciones rurales y representantes de la industria láctea, manifestaron que algunas empresas recibieron llamadas donde se les advirtió que, si aumentan el precio de la materia prima por encima del 4%, podría ser motivo de cierre de exportaciones de productos lácteos”.
“En ese sentido –agregó Balbín-, es necesario que el Poder Ejecutivo provincial gestione ante el Gobierno nacional para evitar las intervenciones que se manifiestan, dado que de no haber una rápida respuesta ante esta situación, podría llevar al quebranto a muchos productores tamberos bonaerenses”.
Al respecto, los dirigentes de la Mesa de Enlace Agropecuaria advirtieron que los tamberos no tienen posibilidades de seguir produciendo, porque hace más de 15 meses que están produciendo a quebranto, por el aumento de costos en el alimento y los insumos que se utilizan en el tambo.
En el mismo sentido el legislador indicó que “sumado a ello, hay que mencionar que el precio de la leche cruda al tambero lo fija la industria en forma unilateral, la cual paga a mes vencido de recibida la producción, situación que expone la debilidad de negociación que puede ejercer el productor tambero. Siempre teniendo en cuenta que a una vaca en plena producción no se puede suspender el ordeño por falta de precio dado que ese animal cortará su ciclo productivo hasta pueda parir una nueva cría y poder entrar a producir nuevamente, ciclo que llevaría más de un año sin contar las pérdidas por sanidad y calidad sobre los animales arrojaría una decisión de esa envergadura”.
“Ante esta situación, los productores deciden vender y dedicarse a otra actividad, como viene sucediendo en forma sostenida desde hace tiempo”, agregó.