¿Es difícil manejar un autoelevador?
Este vehículo se convirtió en un componente clave en numerosas industrias.

En poco tiempo, el autoelevador se convirtió en un componente clave en numerosas industrias, como almacenes, centros de distribución de productos, sitios de construcción, y mucho más.
También conocido como “montacargas” y “carretilla elevadora”, el autoelevador es un equipo altamente versátil capaz de ser útil en múltiples tareas, como levantamiento/transporte de cargas pesadas, apilamiento de artículos ubicados a alturas inalcanzables, etc.
No obstante, una pregunta que suele hacerse mucho es “¿existe dificultad en el manejo de los autoelevadores?”, de manera que acá vamos a hacer todo lo posible para responder tal interrogante. Con el fin de lograrlo, tocaremos varios temas: la capacitación especializada, habilidad necesaria, facilidades que puede dar el vehículo, y mucho más.
Importancia del manejo seguro
Antes de meternos de lleno en los detalles referidos a los autoelevadores, es súper importante destacar la importancia de operarlos de forma segura. Más allá del sinfín de cosas positivas que aportan, pueden suponer relevantes riesgos si no son usados como se debe.
Al ser un equipo diseñado para mover cargas pesadas y a alturas considerables, un error en un movimiento podría dar como resultado daño material, lesiones personales o incluso pérdida de vidas.
Para garantizar la seguridad y disminuir drásticamente las posibilidades de que operadores o productos sean perjudicados, es fundamental que los usuarios accedan a cursos de formación en los que les enseñen los principios básicos de su operativa, procedimientos de seguridad a tener en cuenta, mantenimiento preventivo y la identificación de situaciones potencialmente riesgosas. Cuando lo culminen habrán obtenido un certificado que demostrará sus capacidades y los habilitará a operarlo sin problemas.
Pero la cosa no termina con la capacitación, sino que también es clave mantener la comunicación y vigilancia constante. El usuario del autoelevador está obligado a ser consciente de su entorno en todo momento, anticipando los potenciales obstáculos sin dejar de comunicarse con el resto de los empleados del área.
Capacidades y características del autoelevador
Entender la dificultad del manejo de un montacargas es imposible si no mencionamos sus capacidades y características. Como están diseñados para manipular artículos pesados, destacan por:
- Capacidad de carga: La capacidad de carga depende estrictamente del modelo y su configuración, teniendo que pensar en las limitaciones para no sobrepasar el máximo de kilogramos indicado por el fabricante.
- Altura de elevación: Otro apartado fundamental es la facilidad que presentan para elevar la carga a una altura importante. El usuario tiene que saber cómo funciona el sistema de elevación y ajustar la altura según la necesidad del momento.
- Tipo de neumáticos: El tipo de neumático será distinto dependiendo del entorno. Hay inflables, sólidos, de caucho, y más. El modelo elegido afectará su tracción y estabilidad.
- Sistemas de control: Los controles y las palancas sirven para manejar diversas funciones, como la dirección, inclinación y elevación del mástil. Es muy importante saber coordinar su uso para trabajar rápido y sin errores.
- Estabilidad: La estabilidad es clave al operar el montacargas, sobre todo cuando los productos pesados están a mucha distancia. El operador tiene que comprender los principios básicos de la estabilidad para distribuir el peso equilibradamente. De lo contrario, corre el riesgo de volcar o de que se le caigan los artículos.
- Maniobrabilidad: Generalmente, las carretillas elevadoras deben circular por espacios congestionados y reducidos, obligando al trabajador a cargo a maniobrar con precisión y ejecutar giros cerrados sin lastimar a nada ni a nadie.
Requisitos de capacitación
Los requisitos juegan un rol clave a la hora de hacer que los operadores hagan uso del equipo de una forma eficiente y segura. Dichas cuestiones ayudan a que todo salga bien, tanto para el empleado a cargo como para los trabajadores de la zona y los jefes. Para eso, acá te mencionaremos varios aspectos clave de las capacitaciones:
- Formación teórica: La formación teórica abarca los principios básicos de su funcionamiento, el concepto de estabilidad, las normas de seguridad a tener en cuenta y las regulaciones relevantes. Dan el conocimiento necesario para facilitar el entrenamiento práctico.
- Formación práctica: La praxis es uno de los momentos cruciales, porque simularán situaciones para practicar la maniobrabilidad y para que puedan familiarizarse rápidamente con todos sus controles. Usarán la elevación, dirección, inclinación del mástil, y más.
- Normativas y regulaciones: Con normativas y regulaciones nos referimos a los requisitos de seguridad, estándares de operación y procedimientos que son norma en el país.
- Identificación y mitigación de riesgos: Si saben reconocer las situaciones peligrosas, será más sencillo que eviten o sepan manejarse en terrenos irregulares, no desequilibren las cargas, y puedan moverse en áreas de intenso tráfico de personal.
- Mantenimiento preventivo: Es clave para evitar accidentes. Es tan sencillo como revisar los niveles de aceite/fluidos, inspeccionar periódicamente los neumáticos, identificar y solucionar problemas mecánicos o eléctricos, y más.
- Evaluación y certificación: Cuando hayan terminado con la formación, los operadores deben ser evaluados para demostrar que están verdaderamente capacitados para afrontar tamaña responsabilidad. Quienes superen las pruebas recibirán el certificado correspondiente.
- Actualización del conocimiento: Como las tecnologías y normativas varían con el tiempo, es clave que los empleados reciban formación periódica para mantenerlos con las habilidades y conocimientos al día.
Manejo en diferentes entornos
El manejo de un montacargas presenta desafíos que varían según el entorno, obligando al operador a adaptarse a cualquier tipo de situación sin comprometer su seguridad, la de los compañeros ni de los productos manipulados. Entre los dificultosos contextos que pueden presentarse, destacamos:
- Almacenes congestionados: En los centros de distribución o almacenes suele haber espacio limitado producto de las múltiples estanterías, mercancías y obstáculos varios. Por eso, es primordial maniobrar a la perfección en pasillos estrechos para evitar colisiones.
- Áreas al aire libre: Aunque a priori el exterior parezca una zona más sencilla, la realidad es que podría haber terrenos irregulares, pendientes y/o condiciones climáticas desfavorables. Es importante que los neumáticos sean los adecuados para tener buena tracción.
- Obras de construcción: En las obras en construcción puede haber terreno no pavimentado, materiales dispersos por todos lados y más maquinaria pesada en movimiento que conviene esquivar.