Aumenta el narcomenudeo en Mar del Plata

A su vez, se observa un incremento de la violencia y las muertes. Las investigaciones son complejas por la falta de tecnología y recursos pero “parece que a nadie le importa”.
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Los homicidios aumentaron un 133% en los tres primeros meses de 2023. En ese lapso se produjeron 14 cuando en el mismo período del año pasado 6. Para los especialistas es un dato para seguir pero no para alarmarse. 

No obstante, hay otros delitos que aumentan y que traen aparejada una mayor violencia. Es el caso del narcomenudeo. El dato surgió de un diálogo con el titular de la fiscalía de Estupefacientes, Leandro Favaro, quien además describió cómo se están desarrollando las investigaciones, la ausencia de recursos y los puntos más críticos donde el estado no está. 

Favaro señaló que en los últimos dos años se observa un crecimiento del narcomenudeo “sin que despierte alarmas ni convierta a Mar del Plata en Rosario”. Y también aumenta la violencia relacionada con el tráfico: “amenazas, abusos de armas, lesiones. Hay disparos permanentemente y muertos”. 

Se trata de hechos que suceden entre consumidores y vendedores todos en contexto de point de drogas. En los últimos seis meses hubo dos homicidios. A mediados de diciembre, en la zona de la calle Necochea entre Venezuela y Fermín Errea, pleno barrio Libertad, Hugo Espinoza de cuarenta y cinco años mató a puñaladas a Gastón Echeverry de treinta y tres. Un crimen que los investigadores sospechan que se relaciona con el narcomenudeo. Y en el mismo mes se produjo otro en 234 y Vértiz. 

Más allá de los homicidios, hay más hechos de violencia, personas baleadas, apuñaladas que no quieren identificar al agresor ni contar en qué circunstancias las hirieron y “todo indica que se produce en el contexto del narco menudeo. Eso es lo que recogemos de otras fiscalías, la propia policía o porque se trata de personas que ya habíamos investigado y aparecen involucradas. Vemos que los hechos de sangre crecen”. 

El contexto, según el fiscal, hizo que reconfiguraran la forma de trabajar. “Nos habíamos focalizado en estos barrios más violentos pero hacíamos investigaciones de largo alcance para poder dar con las organizaciones. No solo con quienes estaban en el point sino subir en la pirámide, siempre dentro del narcomenudeo. Son investigaciones largas”. 

Ahora, recopilan información de todos los vecinos, “de las comisarías que semanalmente informan los puntos de venta por cada jurisdicción”. Y trabajan todos esos sitios en una misma causa. “Entonces se da una respuesta no tan hacia arriba sino más horizontal”. 

Las dificultades para investigar 

Luego, Favaro se refirió a las investigaciones y explicó que son más difíciles. “No hay recursos tecnológicos para poder investigar organizaciones. La falta de software, la falta de legislación para utilizarlos y la falta de voluntad: salvo en lugares académicos parece que a nadie le importa. Es tal la mala fama de estos software –porque han sido utilizados con fines extorsivos– que parece que nadie quiere hacerse cargo. Pero es un vacío enorme como si hace veinte años el estado no hubiese tenido la posibilidad de intervenir teléfonos”. 

De acuerdo a los allanamientos que hubo en el último año, el fiscal identificó que las zonas más problemáticas son los barrios Autódromo, Belgrano, Las Heras, Las Canteras, Camet, Parque Palermo, Libertad y la jurisdicciones de comisaría quinta y de décimo segunda. “Son lugares donde hay muchos puntos de venta en pocas cuadras y donde hay menos estado”. 

–¿A qué se refiere cuando habla de falta de Estado?

–Las calles muchas veces empiezan a ser ocupadas por los propios consumidores. Se consume mucha cocaína fumada. Eso genera un efecto muy tóxico y muy nocivo parecido al crack o al paco. Los efectos con muy similares por la pésima calidad. Eso comienza a verse en lugares donde se empiezan a  juntar los pibes con problemas de consumo y se genera violencia. Los  que están vendiendo no los quieren cerca. 

No obstante, también sostuvo que hay zonas desactivadas. “Ciertas partes del barrio Libertad, de la jurisdicción de la décimo primera y Camet. Pero, a su vez, en esas mismas jurisdicciones empiezan a comercializar otras personas. Por ejemplo: en Camet toda la familia, cerca del arroyo La Tapera que vendía a toda hora, todo el día, está desactivada. Eso no implica que a 500 metros no haya otros que hayan puesto un point. Es casi inevitable en estos tiempos”.     

 


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