Denuncian que el Centro de Playa Serena ya no atiende las 24 horas

La presidenta de la sociedad de fomento del barrio Playa Serena, María Inés Benítez, advirtió las falencias en la atención del Centro de Salud Playas del Sur, adelantó que en la práctica ya no es de 24 horas y que al menos cincuenta vecinos por día se quedan sin atención. 

Benítez subrayó que es el único para esta zona de la ciudad dado que el que se ubica en Antártida Argentina no cuenta con las mismas especialidades y el de Playa Chapadmalal está prácticamente desmantelado. 

Ese fue el marco de la sesión de la Comisión de Salud del Concejo que se celebró el pasado viernes. 

Los vecinos que acuden al centro son de los barrios Alfar, San Jacinto, Playa Serena, Santa Rosa, San Carlos, San Paticio, Los Acantilados, Costa Azul, Mar y Sol. “Solo en Serena hay más de 5000 habitantes. Estimamos que hasta las Brusquitas son 40 mil”. 

En principio, la fomentista sostuvo que se observa que por la falta de profesionales y la puesta en marcha de la aplicación para obtener turnos, el Centro perdió capacidad de atención y, en la práctica, ya no es de 24 horas porque “por la tarde solo hay enfermeros en las guardias. No hay médicos todos los días. A la madrugada ocurre lo mismo y derivan al Hospital Regional o al Materno Infantil”. 

El deterioro empezó antes de la pandemia. “Después ya no volvieron los profesionales que faltaban anteriormente. Al contrario, se fueron muchos, renunciaron. Nosotros hacíamos el informe de los vecinos que sabíamos que estaban con COVID para alcanzarles mercadería”, dijo y graficó la situación: “En estos dos últimos años hemos ido empeorando cada vez más”. 

“Ha quedado solo una trabajadora social para toda la zona”, indicó y enumeró: la sala ya no cuenta con el médico especialista en gerontología. “Muchos de los adultos mayores de PAMI, que capitan en la municipalidad, no consiguen turno”. Hace poco renunció otro pediatra. Los profesionales no son reemplazados y una situación similar ocurre con la farmacia que solo abre los martes y jueves de 8 a 10. Fuera de ese horario no se consiguen medicamentos. 

Los vecinos de la zona no encuentran atención 

A eso se suma que ya no existe el área programática cuya organización se basaba en que cada persona se atendiera en la sala de salud más cercana a su domicilio. “Ahora vienen vecinos de cualquier barrio y eso implica más desborde”. 

Benítez marcó que la implementación de la app, que lanzó la municipalidad para sacar turnos, no redundó en un beneficio porque la aplicación otorga una cantidad de turnos y los que sobran quedan para los vecinos que van de manera presencial. “Se dan a personas de cualquier barrio y los que viven cerca no tienen turno”.

“El centro abría a las 7 para dar turnos por orden de llegada. Muchas veces a esa hora ya no hay y afuera del centro se ve una cuadra y media de cola. La gente llega a la puerta y tiene un cartel que dice que ya no quedan lugares. Entonces se terminan yendo sin atención y eso es gravísimo”, dijo. 

“La cantidad de turnos no se amplió. Esa gente se va. No tiene donde ir y tiene que esperar. Además, ya no tenemos la guardia. Si una persona quiere traer a su hijo con una línea de fiebre cuando sale del colegio, a la tarde, encuentra que no hay pediatra. Hace dos años teníamos pediatra sábados y domingos. Ahora encontrás a un médico un domingo cada tanto y los sábados no”, señaló. 

La ambulancia llegó cuando el vecino ya había muerto 

Entre las deficiencias más preocupantes, Benítez recordó que no recuperaron el servicio de ambulancia que antes tenían. Sólo cuentan con una unidad de ocho a diez de la mañana. Si una persona padece un cuadro de gravedad, no hay cómo trasladarla. “Se solicita el código rojo para que la ambulancia llegue al Centro de Salud y si consideran que la persona se puede trasladar tiene que movilizarse por sus propios medios”. 

El pasado 13 de marzo, un vecino de 55 años se descompensó por un problema cardíaco. Llamaron a la ambulancia y la unidad tardó entre 30 y 40 minutos. Si hubiera partido de Chapadmalal, habría llegado en cinco minutos. Si bien otro vecino, bombero, le hizo RCP, el hombre murió. 

Las falencias también son edilicias. “Está destruido, se llueven consultorios. El pozo ciego ya no sirve y han tenido clausurados los baños. La gente iba a la sociedad de fomento que está al lado a pedir el baño”.

Falta prevención 

La presidenta de la Sociedad de Fomento manifestó que el CAPS debería hacer prevención. “Conformamos un equipo con personas capacitadas en violencia más el equipo de enfermería para trabajar la ESI en escuelas”. 

Un tema clave para la zona. En la asociación vecinal funciona una oficina con personal de la Comisaría de la Mujer que brinda asesoramiento sobre violencia de género desde 2012. Allí han registrado muchas denuncias y también casos de abuso infantil. 

Sin embargo, cuando los establecimientos empezaron a solicitar el programa lamentablemente el personal que hace este abordaje desde el centro no puede salir porque no puede dividirse. Entonces muchas veces nos preguntamos qué es lo que quiere el municipio”, apuntó.