Lo que se ganó y los obstáculos en la implementación de la ley del aborto

La diputada de la Libertad Avanza (LLA) Rocío Bonacci presentó un proyecto para derogar la Ley 27610 de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE) el lunes pasado. Sin embargo, al día siguiente debió aclarar que el presidente del bloque, Oscar Zago, y sus pares Lilia Lemoine, Beltrán Benedit, María Fernanda Araujo y Manuel Quintar que figuraban como como acompañantes de la iniciativa no la habían firmado de puño y letra.

Así se concretaba un nuevo desliz del partido del gobierno en la Cámara de Diputados que, luego, también contó con el rechazo del propio Presidente de la Nación, Javier Milei, que se desligó de la iniciativa a través del vocero Manuel Adorni. 

Se sabe, porque lo han hecho público, que distintos actores de LLA como Lemoine y el procurador Rodolfo Barra están en contra de la ley sancionada en diciembre de 2020 tras años de lucha y debate.

Distintos sectores de Mar del Plata que trabajaron en pos de que se aprobara la ley y trabajan en la implementación destacaron los avances que pueden observarse desde que la legislación está vigente. 

Melina Antoniucci, docente e investigadora del CONICET y del Grupo de Estudios de Familia, Género y Subjetividades de la Facultad de Humanidades de la UNMDP indicó que la norma es una cuestión de salud pública y DDHH porque antes las mujeres, sobre todo las de bajos recursos, accedían a abortos en condiciones insalubres y morían. 

A la especialista la avalan las estadísticas. Según publicó el ministro de Salud de la provincia de Buenos Aires, Nicolás Kreplak, desde que se sancionó la ley las muertes se redujeron en un 90%. 

Antoniucci, quien además es integrante de la Fundación Casa ENINSA que trabaja para promover la salud desde la perspectiva de género, interseccional y de DDHH, recordó que los abortos se practicaron desde mucho antes de que existiera la norma. 

Había organizaciones sociales, feministas y redes profesionales que sostenían el acceso a la Interrupción Legal del Embarazo. “La ley dio curso a una situación que ya existía y la regularizó que es lo que debe hacer una ley”.

Luego repasó el debate, quizás el más extenso de la historia, que hubo en el Congreso tanto en 2018 cuando fue rechazada como en 2020 y manifestó que sucedió porque “durante muchísimos años, organizaciones feministas presentaron la ley en el Congreso y siempre se caía porque nunca llegaba a tratarse”.

Ya casi no hay consultas por abortos inseguros 

La doctora Lourdes Vignolo, integrante de la Red de Profesionales de la Salud por el Derecho a Decidir, coincidió en que la ley evitó muertes. “Disminuyó la mortalidad respecto a los abortos inseguros. En Mar del Plata, desde que se empezó a implementar la Interrupción Legal del Embarazo antes de la sanción de la ley, hasta ahora ya casi no se registraron y las prácticas inseguras disminuyeron. Ya casi no hay consultas por prácticas inseguras”. 

A su vez, la médica señaló que la mayoría de las personas conoce y accede al misoprostol y “eso ayudó mucho también a disminuir la morbimortalidad. Y post ley la demanda en los centros de salud porque se amplió la oferta de efectores a través de las obras sociales y de ginecólogos y ginecólogas”.

Desigualdades

Como toda implementación de una ley, la de la IVE es perfectible. Vignolo, quien se especializa en medicina general, aclaró que hay desigualdades en el acceso. Una situación que también se verifica en los municipios. “En Mar del Plata está bastante repartida la accesibilidad pero hay municipalidades que no están del todo organizadas”. 

Hay otros obstáculos. Antoniucci mencionó que en el sistema privado de salud los principales son los profesionales objetores de conciencia. “Y existen otros más peligrosos que son aquellos efectores de salud que no terminan de entender bien qué implica aplicar la ley o piensan que si recetan misoprostol, por ejemplo, a una persona menor de edad están cometiendo un delito, o que temen que otros profesionales las o los denuncien, cuando en realidad es una práctica que está avalada, no solamente por protocolos internacionales a los que adhiere nuestra Constitución, sino por acuerdos multilaterales con otros estados”. 

Vignolo coincidió en que en ocasiones hay desconocimiento, cuestiones morales arraigadas a nivel social y, además, “pensar que abortar es peligroso y hay un riesgo cuando muchas veces abortar es más seguro que continuar el embarazo”, dijo y mencionó otras trabas: “A nivel moral con pensar en la cuestión de las dos vidas o la culpa que está muy instalada en la cabeza de las mujeres desligando de la responsabilidad a los hombres”.

En Mar del Plata, las redes profesionales trabajan en conjunto de forma constante con el Hospital Materno Infantil y con el Interzonal para que las personas tengan acceso. “En la red estamos muy conectados y no hay dilaciones. Y si llega a haber alguna situación la tratamos de resolver con los trabajadores de salud que pertenecen a las redes”, apuntó Vignolo.