Monseños Ernesto Giobando se hizo cargo de la diócesis de Mar del Plata

En una emotiva homilía, el nuevo obispo de la diócesis se presentó ante la comunidad, expresando su entusiasmo por la tarea pastoral que asume en este momento particular. Con tan solo cuatro días desde que asumió el cargo, el obispo compartió sus primeras impresiones y su deseo sincero de acompañar a la comunidad diocesana en este período desafiante.

"Hace 4 días me enteré de esta tarea pastoral, y con ello me entusiasmé. No vengo de vacaciones, vengo a acompañarlos, a estar con ustedes", expresó el obispo  Giobando durante su homilía. Este gesto inicial refleja su compromiso y disposición para enfrentar los desafíos que puedan surgir, demostrando su empeño en ser un líder espiritual presente y cercano a la comunidad.

El pastor, con palabras de aliento, pidió la gracia de poder acompañar a la comunidad en esta difícil situación y ofrecer su ayuda. Su mensaje reflejó comprensión y empatía hacia las circunstancias que enfrenta la diócesis.

"Querido pueblo de Dios que peregrinamos en esta diócesis, que el Espíritu Santo nos conceda la fuerza para salir adelante, que la Virgen nos cubra con su manto, que el buen pastor, el Beato Eduardo Pironio nos aliente a ser signos del amor de Dios. Que Santa Cecilia nos acompañe", afirmó el obispo, brindando palabras de esperanza y fortaleza espiritual.

La misa, que contó con la concelebración de los padres Ariel Suerio y Juan Pablo Arreachea, párroco y vicario de la Catedral, respectivamente, así como los sacerdotes del colegio de consultores, fue un momento de encuentro y comunión para la comunidad diocesana.

Antes de dar la bendición final, el obispo invitó a todos a unirse en oración por la Iglesia, consolidando así su compromiso con la fe y la unidad en estos tiempos desafiantes.