El drama que viven los hipotecados UVA

Tomaron créditos en 2017. Nunca dejaron de pagar y la deuda no dejó de crecer. Hay casos en los que deben más de 50 millones. Las cuotas aumentan de a 40 o 50 mil pesos por mes. Gobiernos sin respuestas. Una posible solución que depende de la Cámara de Senadores.
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Los Hipotecados UVA autoconvocados de Mar del Plata se sumaron a las manifestaciones que se realizaron en todo el país la semana pasada. Se trata de familias que tomaron los créditos en 2017 con el dólar a 17 pesos y una proyección de inflación del 15% en el marco de una política de acceso a la vivienda del gobierno del entonces presidente Mauricio Macri. 

En el 2019 comenzaron el reclamo porque la inflación no paraba de crecer y con ella las cuotas y también la deuda. Incluso, algunos candidatos a la presidencia, entre ellos Alberto Fernández, tomaron el reclamo y prometieron soluciones pero las respuestas nunca llegaron. 

Hoy, la situación es aún más angustiante. Los Hipotecados señalaron que la inflación anual a marzo de 2024 fue del 287,9%, unos 11,7 puntos superior a la del mes anterior mientras que, en términos interanuales, aumenta a una velocidad superior al 50%. Al mismo tiempo, los salarios experimentan una caída del 26%. 

Así, los créditos hipotecarios aumentan a un promedio mensual de entre el 7 y el 10% como consecuencia de la aplicación del esquema de convergencia dispuesto por el gobierno como salida al congelamiento de las cuotas implementado durante la pandemia. En el último año las cuotas se incrementaron por encima del 50% y la proyección señala que la variación para lo que resta del 2024 se ubicará por encima del 80.

Las familias, que a través de este crédito accedieron a su primera y única vivienda, sostuvieron  que muchas están en riesgo de perder su hogar y advirtieron a otras familias sobre el peligro de acceder a los nuevos créditos UVA que lanzaron distintas entidades bancarias.

Los gobiernos de Macri y Fernández y el actual de Javier Milei no brindaron soluciones. La única esperanza es que la Cámara de Senadores trate el proyecto que busca cambiar la forma de ajuste de los créditos por el índice Casa Propia. Los autoconvocados coinciden: no quieren que nadie les pague el crédito sino acceder a una variable justa y digna y que haya esfuerzo compartido con los bancos. 

No se jubila porque no llegaría a pagar 

Mónica tiene 63 años, es empleada pública y sacó el crédito a través del Banco Provincia junto al marido que ya está jubilado. Fue en 2017 y le otorgaron 1 millón de pesos con el dólar a 17 y una cuota de 11 mil. El plazo, por la edad, fue a 10 años y en la simulación que hizo el banco la cuota final era de 16 mil pesos. 

Sin embargo, hoy paga una cuota de 450 mil y al banco le debe 23 millones. “Hace seis años y medio que pago, pero el capital aumenta y no hay manera de que disminuya. En diciembre estaba pagando poco más de 200 mil pesos y, desde que asumió este presidente, la cuota se fue al doble y aumenta de a 30, 40 o 50 mil pesos por mes”.

Mónica vive en la incertidumbre. No sabe cuánto debe, a cuánto se irá la cuota el mes próximo, si podrá pagar ni en cuantos años podrá cancelarlo. “A mí me faltan 3 años y medio para terminar pero debiendo 23 millones no sé y el banco no dice nada. Hasta ahora pude pagar pero hay compañeros y compañeras que no o que lo pagan y no pueden cubrir otros gastos. Con estas políticas del gobierno que no tenés aumento de sueldo mientras todo aumenta nos están encerrando”. 

Es tanto el encierro que Mónica contó que ya está en edad de jubilarse pero no inicia los trámites y no sabe cuándo lo hará porque pasaría a ganar menos y no podría pagar el crédito. Pero tiene un horizonte: no podrá sostener la situación más allá de los 70 años porque en su trabajo ese es el límite y la obligarán al retiro. 

“Voy a deber la provincia de Buenos Aires entera”

Nair tiene más de 50 años, en 2017 el banco le prestó 900 mil pesos y aclara que tuvo que poner 25 mil dólares como requisito para que le dieran el crédito. “Las cuotas están aumentando de a 30, 40 o 50 mil pesos y la última fue de 288 mil. La deuda aumenta día por medio. Ahora debo 35 millones que serían 35 mil dólares. Para mucha gente no es nada pero para nosotros es mucho”. 

El préstamo es a 20 años. “De acá que termine de pagar en 2037 voy a deber la provincia de Buenos Aires entera porque la deuda sube, no baja. Por eso aconsejo que la gente no vaya a meterse ahora que los están promoviendo de nuevo”. 

A su vez, Nair se refirió al argumento de algunos dirigentes políticos que sostienen que los créditos UVA fueron acuerdos entre privados. “Soy docente y me prestó el Banco Provincia. No fue un acuerdo, fue una política de estado para que haya préstamos hipotecarios y uno quería dejar de alquilar”. 

Las propiedades tampoco valen lo que en 2017. “Quise poner la vivienda a la venta. Yo la pagué 68 mil dólares y ahora vale 55 mil porque las viviendas en Mar del Plata bajaron mucho y no compramos propiedades caras. En mi caso es un PH en primer piso por escalera”. 

En cuanto a los otros argumentos que usan quienes hablan a favor de estos créditos y dicen que el estado no debe hacerse cargo de este problema, sostuvo: “No queremos que nadie nos pague. Queremos pasar a un índice coherente que es el casa propia y retrotraer la deuda a 2019 porque el gobierno anterior en el año de la pandemia nos congeló el crédito pero nos agregó dos préstamos más con lo que no aumentó durante ese congelamiento”. 

“Es insalubre mirar el home banking” 

Laura, una mujer de alrededor de 50 años,  obtuvo un crédito junto a la hija en 2017. El banco les prestó 1.6 millones de pesos y las cuotas iniciales fueron de 13 mil, pero por la inflación “la cuota de abril fue de 581 mil pesos”. 

Es insalubre mirar todos los días el home banking”, dijo Laura en relación a llevar un registro de cuánto aumenta la deuda de capital. “Soy empleada pública y mi ingreso se quedó ahí. Nos van dando un porcentaje de aumento chico. Ni siquiera se ajusta por inflación el salario”. 

El día a día es difícil. “Vamos viendo cómo nos arreglamos, buscamos las promociones, las bancarias, las de cuenta DNI. Nos ayudamos entre nosotras. Son dos salarios pero se complica muchísimo”, indicó. 

Luego señaló que no es recomendable sumarse a estos créditos que distintos bancos volvieron a promocionar y reconoció que “del gobierno no esperamos nada, pero del senado sí. Que  sancione la ley con el índice casa propia”.


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