Tiktok pone en riesgo la privacidad y la salud de los usuarios

En un estudio Amnistía Internacional Argentina advirtió sobre los peligros de la red que más creció en los últimos años.
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Amnistía Internacional desarrolló un estudio etnográfico titulado “Domar el algoritmo”: desafíos para la salud mental y privacidad en el uso de TikTok Argentina, la red social que más creció en los últimos años. 

Liderado por el doctor en Ciencias de la Información, Martín Becerra y la doctora en Antropología, Victoria Irisarri, el estudio se desarrolló en cinco localidades para comprender las experiencias cotidianas de jóvenes de entre 13 y 25 años con esta plataforma. 

Entre las conclusiones, Amnistía informó que “detrás de la infinita cantidad de vídeos y contenidos creativos se esconde un modelo de negocio altamente extractivo, que absorbe información de cada usuario, incluso sin permiso, poniendo en riesgo la privacidad de las personas. Además, la red puede ser un espacio tóxico y adictivo para niños, niñas y jóvenes que puede influir en su autoimagen, su salud mental y su bienestar, y donde corren el peligro de caer en espirales de contenidos desencadenantes de depresión y autolesiones”.

El crecimiento 

A principios de 2023, TikTok contaba con 16,2 millones de usuarios mayores de 18 años en el país –la compañía no informa datos de menores de edad– y se sabe que su uso entre adolescentes y menores es muy extendido. Solo entre 2022 y 2023, sumó casi 5 millones de cuentas. 

A su vez, si se considera a WhatsApp (Meta) como un servicio de mensajería y no una red sociodigital, condición que divide opiniones en los análisis académicos, TikTok es la aplicación que más tiempo de uso captura por parte de sus consumidores: 20.6 horas mensuales, contra 17.30 de Instagram (Meta) y 15.30 de Facebook (Meta). 

El Algoritmo con “vida propia”

Los usuarios perciben al algoritmo como una entidad con vida propia que predice, como si fuera capaz de hacer magia, los gustos, preferencias y hasta los pensamientos de los usuarios. A lo largo del trabajo de campo con frecuencia los investigadores escucharon “el algoritmo se dio cuenta de lo que me gusta”, frase corriente en la vida cotidiana contemporánea

Parte del trabajo para domesticar al algoritmo implica entrenarlo a través de los “me gusta” y también de la elección “no me interesa”.

En el estudio se lee que la lógica de funcionamiento de TikTok es diferente a la de otras redes. Su propósito no es crear comunidades sino recompensar gustos de quien la usa con más contenido similar. A diferencia de Facebook, TikTok toma a cada usuaria/o como unidad aislada y le provee contenidos acordes al procesamiento de su huella digital.

Un acceso a la privacidad con escasos límites 

Pero no hay magia. TikTok realiza un registro para construir esa huella dentro de la appy también afuera. Dentro a través los videos vistos, el tiempo de exposición, las reacciones, otras variables como los géneros y temáticas y palabras clave buscadas u operadas. 

Afuera la app tiene acceso a geolocalización (incluso si el teléfono la tiene desactivada o si el usuario no lo autoriza explícitamente), lo que comprende la ubicación basada en tarjeta SIM o dirección IP, contactos, compras y transacciones, búsquedas externas y otros datos personales.

TikTok reconoce el resto de las aplicaciones instaladas en un dispositivo móvil y accede a datos del sistema operativo Android e iOS. También puede leer mensajes de correo electrónico y de aplicaciones que no encriptan end to end los mismos. La extracción de datos de la plataforma no puede desactivarse. Su política de privacidad es poco respetuosa de los datos personales y de la información generada por quien la usa: la plataforma recopila todos los intercambios que tienen lugar en ella (lo cual es común a otras redes sociodigitales). 

Además, extrae “información inferida” en base a variables como intereses, gustos y motivaciones, género y rango etario; información técnica sobre el dispositivo móvil, dirección IP, proxy, operador de telecomunicaciones, zona horaria, tipo de red, identificadores del dispositivo, nombres y tipos de aplicaciones y archivos, patrones o ritmos de pulsación de teclas, estado de la batería, configuración de audio y dispositivos de audio conectados.

Eso no es todo. TikTok almacena información de imagen y audio; información de otras fuentes y redes, como por ejemplo Facebook, Twitter, Instagram y Google, en gran medida con el objetivo –según se lee en los términos y condiciones establecidos por la compañía– de procesar y comercializar los datos con fines publicitarios.

Otras dimensiones de la información extraída por TikTok a sus usuarias/os son los comentarios y menciones de otras personas, mensajes directos, denuncias y personajes públicos

Tiktok

La adicción 

El estudio alertó sobre la “adicción” que genera esta red. “El uso de TikTok reconfigura la relación con el tiempo. La sensación de adicción -noción usada por nuestros interlocutores- aparece vinculada con el teléfono móvil en general y con la app de TikTok en particular”. 

“Por su atractivo audiovisual, lenguaje en el que basa su programación, sus sistemas de recomendación y su capacidad de entretenimiento, esta aplicación emerge como un compañero permanente. Omnipresente en la vida cotidiana, todo momento es un buen momento para el consumo (`a la noche, antes de dormir cuando me siento sola/o`). La simplicidad en su uso y posibilidad de pasar continuamente videos es entendida como un modo de descanso (`apagar el cerebro`), incluso frente a otras plataformas en donde la elección del contenido exige un trabajo y atención mayor como, por ejemplo, Netflix”, advirtieron los investigadores. 

El carácter absorbente de la aplicación se detecta en todos los campos. Hay una noción de  “pérdida” del tiempo, de descontrol, e incluso de “abducción” por parte de la plataforma. Prácticas que generan culpa y al mismo tiempo una conciencia de autorregulación. “La dificultad para dejar de ver videos en TikTok es una de las características comunes que todos nuestros interlocutores manifiestan”. 

Al problema se suma que las soluciones dependen de cada individuo y la prueba de diversas tácticas como alarmas para dejar el celular o apps para bloquearlo, en general, resultan poco eficaces. 

El riesgo para la salud  

El estudio puso en evidencia, además, que hay una naturalización de que los temas de salud mental que son más comunes y frecuentes en TikTok que en entornos de socialización presencial. “Al mismo tiempo, los temas de salud mental producen ansiedades y prácticas de autodiagnóstico a través de tests online, posteos de profesionales y pseudoespecialistas en salud mental y física, así como de influencers (cuya distinción no siempre es clara)”.

Los investigadores encontraron muchos testimonios de personas que incorporaron a su vida  prácticas o consejos recomendados en TikTok. Sobre todo, aquellos referidos a dietas y belleza. 

El trastorno de la identidad disociativa (TID) aparece como uno de los problemas más mencionados mientras que los challenges riesgosos para la salud complementan una zona problemática desde la perspectiva del bienestar de las personas, uniendo ludismo y salud. 

Otra dimensión preocupante en la salud mental y física es la recurrencia de contenidos depresivos, “para llorar”, que incluyen videos con personas que “se ponen fecha” para suicidarse. 

Por otro lado, los duelos virtuales emergen como un hallazgo de la investigación: “La muerte de grandes figuras del K-pop, especialmente por suicidios, son constantemente recordados en TikTok a través de videos que reivindican su imagen y son evocados periódicamente mientras sus fans cuentan la cantidad de duelos que han atravesado”. 

“La profusión de autodiagnósticos, la distancia con el saber profesional y científico respecto de síntomas percibidos como problemas de salud física y mental y el acceso directo a través de TikTok a consejos, experiencias y recetas vinculadas con el aspecto físico y con el bienestar emocional es un resultado sobresaliente del estudio, no sólo por los testimonios propios de nuestros interlocutores, sino porque narran estas situaciones como generalizadas en sus entornos de amistades y allegados, y en sus ámbitos de estudio o trabajo”, se lee en el estudio.


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