Clausuran parador sin habilitación en San Patricio
La Municipalidad de General Pueyrredon clausuró el parador Playa Pura Vida, ubicado en una zona con riesgo de derrumbe en San Patricio. Funcionaba como hostel y restaurante sin habilitación, con graves falencias en seguridad.
El Municipio marplatense procedió a la clausura del parador Playa Pura Vida, ubicado en la ruta 11, frente a la entrada del barrio San Patricio, debido a que no contaba con las habilitaciones correspondientes ni medidas de seguridad adecuadas. Además, el lugar estaba ubicado en una zona considerada peligrosa, vallada por riesgo de derrumbe, lo que agravaba la situación.
El establecimiento, de construcción precaria, funcionaba como un hostel sin autorización, además de operar como restaurante y escuela de surf, todas actividades sin los permisos legales necesarios. Las inspecciones revelaron que la edificación era mayormente de madera, y los baños estaban revestidos con este mismo material, lo que representaba un riesgo en términos de seguridad estructural.
Durante la inspección realizada por el equipo de Inspección General, se constató que la instalación eléctrica del lugar era altamente deficiente, incrementando el riesgo de accidentes. Además, se detectó que el establecimiento utilizaba gas envasado en la cocina, lo que representa un peligro adicional, ya que se encontraron dos garrafas en su interior.
Además de las fallas estructurales, este parador no contaba con las medidas de seguridad básicas en la terraza, como barandas o vallas, exponiendo a los clientes a riesgos considerables. Todo esto motivó la inmediata clausura del establecimiento.
Zona de riesgo y falta de habilitación
El parador Playa Pura Vida se encontraba en una zona vallada por riesgo de derrumbe, lo que añade un factor más de peligro a las múltiples irregularidades. La falta de habilitación municipal y las condiciones en que operaba pusieron en evidencia la necesidad de controlar este tipo de situaciones para proteger a la comunidad y los turistas que visitan el lugar.
El personal de Inspección General de la Municipalidad advirtió que cualquier operación de este tipo en áreas con riesgo geológico requiere permisos específicos, los cuales no habían sido gestionados por los propietarios del parador.