El trabajo de un centro de salud con perspectiva de género y DDHH

Hace poco más de un año que funciona en Mar del Plata. Un abordaje de la salud desde la escucha en un espacio de encuentro que contempla todas las dimensiones.
Noticias de Mar del Plata. El trabajo de un centro de salud con perspectiva de género y DDHH

La Fundación Casa Eninsa es un espacio de Salud que lleva un año de trabajo en Mar del Plata. La integran profesionales de diferentes áreas de la medicina, la psicología, la sociología y la psiquiatría y abordan la salud con perspectiva de género, Interseccional y de Derechos Humanos. 

Una de las integrantes del equipo, Melina Antoniucci, socióloga, explicó que Casa Eninsa está dirigida a cualquier persona que necesite abordar un problema de salud enfermedad en un espacio de escucha y contención. O dicho de otra manera: apunta a una atención que garantice derechos. 

Una de las cuestiones que observaron antes del comienzo de la fundación fue que a la ciudad le hacía falta “un centro de salud que trabajara desde una perspectiva integral, desde derechos humanos y que también estuviera en un solo espacio”. 

Suele ocurrir que en una clínica o en consultorios hay un profesional que atiende de esa manera. “En este espacio hay un equipo que trabaja de manera interdisciplinaria y tiene reuniones periódicas. Estamos formadas en perspectiva de género y derechos humanos y venimos no solo del ámbito de la medicina sino que entendemos la salud de manera integral. Adscribimos a la idea de la Organización Mundial de la Salud de que la salud no solo es la ausencia de enfermedad”. 

Antoniucci profundizó en ese concepto de la OMS: la salud involucra también lo social y lo cultural, entre otras cuestiones. “Eso está vinculado al trabajo interdisciplinario. No solo entre médicos y médicas se atiende una problemática. Confluyen otras disciplinas como la sociología, la psicología, la psiquiatría para pensar una problemática de salud en todas sus dimensiones”. 

Luego, citó un ejemplo: “Una persona puede estar sana en términos médicos u orgánicos pero si es alguien que atraviesa una situación de violencia, tiene un padecimiento mental además de estar inscripta en un sistema de desigualdad de género. Es necesaria una  mirada  interdisciplinaria para abarcar el problema. Mantenemos reuniones periódicas y pensamos cómo intervenir cuando un caso se complejiza”. 

eninsa

La mirada de género

¿De qué hablan cuando hablan de perspectiva de género y DDHH? “Pensamos que tiene que haber un reconocimiento de las desigualdades entre hombres y mujeres, entre hombres y diversidades. Reconocer que hay violencias estructurales históricas que atraviesan la salud de las mujeres o prácticas invasivas o que no respetan los derechos humanos o la negación de derechos como la interrupción voluntaria del embarazo. La práctica médica históricamente se ha producido sobre la extracción de saberes del cuerpo de la mujer”.

“Un espacio que contenga esa perspectiva tiene que ver con entender que en una consulta médica hay una persona atravesada por desigualdades, que tiene una subjetividad y, sobre todo, que conoce el proceso de salud enfermedad y, a veces, tiene mucha más información sobre su cuerpo que el médico. Por eso, en Eninsa hablamos de encuentros integrales. Entendemos a lo que históricamente se ha llamado consulta médica como a una situación más  circular. La persona tiene conocimiento sobre su salud, su cuerpo, sus enfermedades y también puede enseñarle al propio médico y tiene una serie de derechos que nosotros garantizamos”, dijo.

A su vez, Antoniucci señaló que el espacio debe tener profesionales capacitados y, en este caso, cuentan con un valor más porque quienes trabajan allí han sido activistas. “Tenemos esa genealogía del socorrismo y del acompañamiento de las mujeres en el proceso de un aborto desde 2013 cuando no existía la IVE”. 

Otra cuestión que no es menor es que no trabajan como en los consultorios que dan turnos de quince minutos y la persona termina siendo solo el número que figura en el carné de la obra social o la prepaga. “Hay distancia entre un turno y otro. Apuntamos a la escucha atenta, la suspensión del juicio del profesional y a que sea un espacio de encuentro. No a que la persona acuda, cuente un síntoma y el médico le dé una receta”. 

Además de los consultorios, la fundación cuenta con un espacio de formación. Brindan capacitaciones, talleres donde trabajan con profesionales de la salud y espacios empresariales  perspectiva de género y DDHH. 


Cómo colaborar con Región Mar del Plata