La falta de calefacción en escuelas es el problema que más se repite

Otra vez, en pleno invierno, hay quejas y reclamos de parte de comunidades educativas de distintas escuelas por la falta de calefacción y las condiciones edilicias en general. Otra vez, las respuestas del gobierno bonaerense llegan tarde. 

También las del Consejo Escolar que preside Natalia Russo de la fuerza Creciendo Juntos y donde hay Consejeras como Eva Fernández de Unión por la Patria y Mónica Lence de Cambiemos que, además, son candidatas a concejales. 

Región Mar del Plata consultó a gremios docentes sobre el estado de los edificios. SUTEBA, a cargo de Gustavo Santos, respondió que no tienen información actualizada y que estás trabajando junto al Consejo Escolar para obtener datos. Mientras tanto, la secretaria General de UDOCBA María Silvia Urdiroz sostuvo que también solicitaron esa información en la última reunión de la Unidad Educativa de Gestión Distrital –ámbito que reúne a autoridades como inspectores, Consejeros Escolares y Sindicatos– pero tampoco cuentan con detalles de lo que ocurre.

Más creativa fue la línea opositora SUTEBA Multicolor que hizo un relevamiento del cual surgió que la falta de calefacción, las filtraciones en los techos y la falta de aulas son los principales problemas. 

Alumnos de por lo menos 12 escuelas pasan frío 

Con temperaturas bajo los cero grados y olas polares, son al menos doce las escuelas que no cuentan con calefacción. Entre ellas, hay ejemplos como la Escuela 6 de calle Mitre y Gascón donde en lo que va de este año todavía no han reparado la caldera, la secundaria 23 de Rivadavia 3731 que está con reducción horaria por el frío, la secundaria 72 de Nasser 1610 donde se registra una pérdida de gas en la caldera y la secundaria 60 y primaria 43 en avenida Tetamanti 6496 que está en la misma situación porque cuenta con paneles eléctricos instalados cerca del techo que no alcanzan para calefaccionar. 

En tanto que la Técnica 5 de Juan B. Justo 4287, la EES 58, las primarias 57, 1, 6, 21 y el Centro Educativo de Nivel Secundario (CENS) 467 tienen aulas o espacios donde se dictan clases sin calefacción. 

Nadia Martin, docente que integra la Agrupación Roberto Santoro en la Multicolor, dijo algo que debería darse por supuesto aunque parece  que las autoridades aún no lo tienen claro: “Con frío no se puede enseñar ni aprender. Recordemos que en el Reglamento de Instituciones Educativas existe la resolución 245/22 y los artículos 195 y 196 que especifican la suspensión de clases frente a temperaturas inferiores a 10 grados o en situaciones climatológicas adversas en establecimientos sin calefacción, cuestión que no se está respetando ya que la directiva política es que se den clases a como dé lugar, o sea, sin importar las condiciones. Así se imponen año a año cada vez con más descaro”.

Del relevamiento, también surge que “es urgente la necesidad de construcción y reparación de edificios para todos los niveles”, explicó Martín y, a su vez, afirmó que la mayoría de las escuelas se vienen sosteniendo “hace mucho tiempo con los fondos de cooperadora”. Entonces se impone y avanza una nueva forma de gestión: el autofinanciamiento. 

Hay otro problema: “luego de mucha espera y de reclamos de las comunidades, cuando finalmente la obra sale a licitación se termina cayendo ya que las empresas, ante la inflación y los montos que se ofrecen de infraestructura, no aceptan llevar adelante el proyecto”.

Hacinamiento, desgaste y bajos salarios 

La situación que se vive en las escuelas “afecta a la salud laboral del docente y la calidad del proceso de enseñanza y de aprendizaje que recibe el estudiantado. Aulas hacinadas, con más de 30 estudiantes, forzando la voz entre el frio, las filtraciones y la humedad”.

Según la referente de Multicolor, debería sumarse el estrés laboral que aumentó en la vuelta a clases después del COVID 19. “No hay horario de finalización de la jornada puesto que la pandemia abrió un canal de comunicación permanente, ya sea por whatsapp o correo”.

Además, los docentes trabajan en muchos establecimientos, suelen tener más de 200 estudiantes a cargo mientras las maestras y maestros tienen doble o triple cargo. Sin embargo, “los salarios no alcanzan. Hoy el cargo testigo de preceptor es de $141.373 cuando el ingreso mínimo de una familia para vivir es de $322 mil según datos de la junta interna de ATE INDEC”. 

Hay otras variables que configuran un escenario laboral desesperanzador: “falta de cobertura de la obra social IOMA, falta de cargos, retraso en las jubilaciones, alimentos insuficientes en cantidad y calidad nutricional, entre otros”, enumeró Martin. 

También consideró que hay “inacción de las conducciones sindicales (SUTEBA y todo el FUDB)” y por eso vienen realizando jornadas masivas de paro en toda la provincia. “Jornadas de lucha decididas en asamblea y, a través de mandatos, que continuarán a pesar de que están intentando silenciar y amedrentar a la docencia, no queriendo reconocer el derecho a huelga y poniendo, en algunas instituciones, falta injustificada en vez del código que corresponde (995 de paro), perjudicando la continuidad laboral”.

Las obras son urgentes 

Este año el director general de Cultura y Educación de la Provincia de Buenos Aires, Alberto Sileoni, anunció inversiones en infraestructura, equipamiento, ampliación tecnológica y expresó que terminaría su gestión con 200 edificios educativos nuevos, 900 obras de envergadura y 1300 obras medianas. Pero Martin señaló que “eso desnuda que todas esas obras están siendo necesarias y no representa la real necesidad en educación puesto que tenemos más de 15.800 establecimientos (Censo de Matrícula Educativa 2017 elaborado por el ministerio de Economía)”. 

“Las obras anunciadas representarían arreglos en menos del 15% del total. Necesitamos urgente obras estructurales. No arreglos parches que duran unos meses”, afirmó.