Las elecciones en Mar del Plata serán tan parejas como en 2019

Este domingo empieza de manera oficial la campaña electoral en los medios de comunicación hacia las Primarias Abiertas, Simultáneas y Obligatorias (PASO) del próximo 13 de agosto y Región Mar del Plata dialogó con Carlos Fara, quien ha trabajado en más de 180 campañas electorales en el país y América Latina y es el consultor político de mayor experiencia exitosa en Mar del Plata. 

En el plano local, Fara sostuvo que el resultado está abierto y en lo nacional que las PASO ofrecerán “una foto lo suficientemente fragmentada como para disipar la gran incertidumbre sobre el resultado final”.

En cuanto a la mayor sorpresa que se presentó hasta ahora en este proceso, el acuerdo entre Fernanda Raverta y Gustavo Pulti del que nació el nuevo espacio Encuentro Marplatense, Fara adelantó que será “competitivo”. 

A diferencia de los análisis que hubo hasta ahora que plantean dudas acerca de si Pulti y Raverta tendrán la misma potencia electoral que alcanzaron por separado hace cuatro años, fue contundente: “Es una elección que va a ser muy pareja como la de 2019: escenario abierto”. 

Aquel año, la actual titular de la ANSES obtuvo 158673 votos, el 37,63% mientras que el ex intendente alcanzó el 46176, el 11,03%. Juntos hubieran superado a Guillermo Montenegro que contó con el apoyo de 168385 votantes, 40,43%. 

Encuentro Marplatense nació con un acuerdo programático sobre los temas más urgentes para Mar del Plata y Batán: seguridad, educación, salud, servicios públicos y desarrollo productivo y urbano. Del otro lado, el actual intendente que va por la reelección cuenta con pocas obras para mostrar aunque responsabiliza a Provincia y Nación. Él y los integrantes de su equipo no se cansan de repetir que a Mar del Plata “la discriminan” y parece que su principal fortaleza es la cercanía que muestra con los vecinos. 

Al ser consultado sobre cuáles serán las claves de la campaña, el consultor respondió: “El punto central es cómo Mar del Plata se desarrolla en todos sus aspectos en todos los sectores de la sociedad. Me parece que claramente es una situación en la cual hay una fuerte demanda de cambio en muchos aspectos, independientemente del color político, y que la respuesta a cómo arranca Mar del Plata va a ser fundamental”. 

Tal vez uno  de los mayores obstáculos para el intendente provenga de una situación que hasta hace un año era inesperada: la propia interna de Juntos por el Cambio. “No creo que siendo candidato único le repercuta en el apoyo que pueda tener. El mayor obstáculo que tiene es cómo logra contener la diversidad de los soldados que están en los dos ejércitos. Más allá de su voluntad de componer, va a ser tirante sobre todo si la primaria es pareja como parece que va a ser. Si no hay un ganador claro, hay tensiones que se van a mantener en el tiempo”.

Una elección de cambio

En la columna que Fara firmó la última semana se lee: “Lo más probable es que las PASO nos ofrezcan una foto lo suficientemente fragmentada como para disipar la gran incertidumbre sobre el resultado final, aunque existen escenarios más y menos probables”, y luego fue claro “no se debe perder de vista el eje central: es una elección de cambio, no de continuidad, y eso ya no se modificará”.

A nivel nacional, al menos desde el cierre de listas del 24 de junio hasta ahora, se observa que los candidatos del peronismo optan por presentar a sus rivales del PRO como el regreso de Macri y un modelo durante el cual no le fue bien a la clase media y a los trabajadores. Desde lo discursivo, es una estrategia similar a la que utilizaron en 2015 que no dio los resultados que esperaban. 

¿Esta vez funcionará el discurso del miedo? “Tiene el límite de la percepción de la gente sobre la realidad, el balance negativo sobre el gobierno de Alberto y el tema de la inflación. Me parece que si gana Rodríguez Larreta es una cosa y si gana Bullrich es otra. Si gana Bullrrich va a ser mucho más funcional a Unión por la Patria para poder decir que vuelve Macri. Porque Macri, más allá de lo que diga públicamente, esponsorea la candidatura de Patricia quien parece que está un poco mejor. Entonces eso le puede dar una oportunidad a ese discurso de mal menor de parte del oficialismo”. 

Mientras tanto, en Juntos por el Cambio han tratado de instalar que Sergio Massa es igual que Alberto Fernández y que es más de lo mismo. “Massa no es Alberto”, aclaró el consultor y, en relación a si es más de lo mismo, sostuvo que “en todo caso podrán creerle o no lo que Massa diga sobre lo que haría si es el presidente pero, claramente, es un hombre con liderazgo propio, autónomo. Ya lo demostró cuando fue candidato en 2015 en soledad. No es una figura endeble como la figura de Alberto. Es un personaje ambicioso y con mucha autonomía que puede captar, potencialmente, algunos votantes moderados de centro decepcionados con la gestión de Alberto y que lo votaron en 2019. Hay una percepción de que es más competitivo en ese punto”. 

–La irrupción de Javier Milei, el discurso de Bullrich, Larreta que eligió a Morales como compañero de fórmula casi al mismo tiempo de la represión en Jujuy, el kirchnerismo que termina apostando por un candidato más conservador. Parece que hay un endurecimiento bastante grande de los dirigentes. ¿La sociedad está para acompañar esa tendencia o le puede poner un límite?

–Por empezar, yo no creo que haya un corrimiento a la derecha. Creo que hay un corrimiento al centro, un público que quiere moderación. De hecho, las tres principales propuestas de Milei tienen amplio rechazo en la sociedad: la dolarización, la eliminación del Banco Central y la privatización de las empresas que dan pérdida. 

Hay una sociedad que en medio de este caos económico pide orden y después se verá en la práctica cómo se hace porque una cosa es declamarlo y la otra cosa es cuando te pones en una postura confrontativa pero no lográs resolver los problemas. Ahí la sociedad se empieza a impacientar respecto de cuál era el sentido de la confrontación. Yo creo que hay una parte que está muy cansada sobre todo con el tema inseguridad pero sería cauto respecto de cuán dura está la sociedad.