Impulsan una ley contra la discriminación por edad

Es la única forma de discriminación que no está legislada en el país. El proyecto pretende eliminar el viejismo y el edadismo.
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El espacio la Revolución de las Viejas junto a la Diputada Nacional Anahí Costa impulsa el proyecto para la eliminación de la discriminación por edad en la Cámara de Diputados de la Nación.

La iniciativa contempla la prohibición de la discriminación por edad en el empleo, impulsa los CV ciegos y dispone de multas y sanciones. A su vez, crea un programa para la reinserción laboral de las mujeres mayores de 45 años y busca erradicar la discriminación en el acceso a la educación y formación en todos los niveles y en el acceso a la educación sexual. 

Alejandra Benaglia, referente de La Revolución de las Viejas, dio contexto a la propuesta. En el 2050 va a haber más personas de 60 años que personas menores de 5. “Las personas adultas mayores cada vez somos más y cada vez vivimos más lo cual no significa que vivimos mejor. Hay que poner el tema en agenda para generar políticas públicas”.

En 2020, cuando era diputada, Gabriela Cerruti había presentado una iniciativa similar porque la legislación argentina no contempla este tipo de discriminación. “Está tan naturalizada que es invisible y todos y todas aceptamos que en los avisos de trabajo, para acceder a una beca universitaria, para sacar un seguro de vida o un crédito hipotecario haya límites de edad. Nadie se lo cuestiona”.

El proyecto define el concepto de edadismo.  “El edadismo es la discriminación contra personas o colectivos de personas por cuestiones de edad. Reproduce estereotipos, menoscaba el conocimiento, quita el ejercicio de los derechos y libertades fundamentales”. 

Por su parte, al viejismo lo define como la discriminación causada específicamente en la vejez y en razón del envejecimiento de las personas. Por ejemplo: los términos con que muchas veces son tratados en los medios: jubilado, sexagenario, abuela, clase pasiva. “Todas esas palabras son discriminatorias. Eso es viejismo”, dijo.

Al mismo tiempo, el proyecto se basa en principios como la igualdad de género, la autonomía personal en la toma de decisiones en un contexto libre de igualdad de oportunidades y el  envejecimiento activo. “Pareciera que cuando dejas de producir ya no servís para la sociedad entonces te tenes que retirar a tu casa a tejer crochet, cuidar nietos o arreglar las plantas y la verdad es que cuando tenes 60 años y una expectativa de vida de más de 80, tenés muchas cosas por hacer”. 

Sexo 

El proyecto dedica una parte a la Educación Sexual Integral (ESI). “Todas las personas que nacieron antes el 2006 (N de la R: año en que se sancionó la ESI) no han tenido educación sexual integral. Nosotras nos reconocemos en una etapa de la vida en la cual nuestra vida sexual, el goce y el placer tienen un rol fundamental entonces es necesaria una educación sexual integral para las personas mayores”. 

La ESI habla del cuidado y también de derribar mitos y estereotipos. Tiene como parte fundamental la interculturalidad porque se respetan los derechos culturales de las personas y las comunidades y pone eje en la Convención Interamericana de los Derechos Humanos de las personas mayores, en la convención sobre la protección y promoción de la diversidad de las expresiones culturales y establece una capacitación obligatoria contra el edadismo y el viejismo para todos los que se desempeñan en la función pública y se invita a la formación y capacitación en el ámbito privado.

¿Cuáles son las mayores formas más cotidianas de discriminación? 

–Desde lo simbólico la limitación es permanente porque dejas de ser una persona útil para el capitalismo. Quedas retrasada en lo que tiene que ver con las tecnologías. Todo se arma en función de tu estado de jubilación pero la vida no termina cuando te jubilas: empieza otra etapa. 

Por eso en lo que respecta al trabajo, “la ley tiene un capítulo entero que habla de la promoción y la protección del empleo de todas las personas”. 

Benaglia destacó que la medida sería clave para las mujeres que se dedican a la maternidad que muchas veces cuando quieren reinsertarse en un trabajo no tienen lugar. “Esta ley fomenta el CV ciego. Sin foto y sin edad. El parámetro para un empleo debe ser la formación, capacidad e idoneidad. No la edad o el aspecto físico”. 

También dispone una quita de impuestos y cargas patronales para quienes contraten empleados de más de 45 años y personas trans de más de 35. 

Desnaturalizar la discriminación 

Hay otras cuestiones a tener en cuenta para desnaturalizar la discriminación. “El lenguaje es fundamental. La vejez no es más ni menos que una etapa de la vida con singularidades aunque no es la última. Queremos desmitificar las vejeces, dejemos de infantilizar a los abuelitos y las abuelitas. Si yo no soy tu abuela, no soy abuela. Soy una mujer adulta, una señora, una persona mayor”. 

A esas situaciones les llaman microedadismo. “Van minando la autonomía de las personas. Otro micro edadismo es que parece que en las vejeces, cuando pasas la menopausia, se acaba el deseo sexual, no hay relaciones ni pareja. Eso es un mito. Esos estereotipos que están instalados culturalmente hay que desarmarlos”. 

Hay otro concepto que se desprende de esta temática: la feminización de la vejez. “En Argentina el 15% de los habitantes son personas mayores de 60 años. Según el INDEC, de ese 15, el 57 son mujeres y el 43 varones porque las mujeres viven un promedio de siete años más que los varones. Eso da cuenta que hay una feminización de la vejez”. 

El escenario empeora si se tiene en cuenta que un gran porcentaje se dedicó a cuidar, cuando trabajó lo precarizaron o no pudo acceder al mercado laboral cuando se quiso reinsertar. “Es el grupo más vulnerado especialmente en la vida laboral. Y también es el de las cuidadoras porque a los 60, 65 cuidamos a nietos y a padres. Por eso hablamos de feminización de las vejeces”. 

En relación a las personas trans, Benaglia afirmó que es uno de los colectivos más vulnerados. “Han sufrido una violencia continua desde que decidieron asumirse de acuerdo a su percepción de género. Si bien tenemos ley de cupo laboral, su proyecto de vida termina siendo la prostitución y eso ejerce una exposición de su cuerpo que les disminuye la expectativa de vida. Nosotras consideramos que son discriminadas en todos los órdenes. También por edad”. 


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