La importancia de cuidar nuestra piel

Como bien sabemos, la piel es el órgano más grande de todo nuestro cuerpo, por ende también es el más expuesto y del que deberíamos tener mayor cuidado y atención del que le dedicamos.

En nuestra ajustada AgendaPro, subestimamos el cuidado de nuestra piel. No le prestamos el tiempo necesario ni la importancia debida; más que cuando nos toca arreglarnos para alguna salida, teatro, cine, una cena u otra razón.

La idea de comenzar a cuidar un poquito más la piel, del rostro, las manos; es también entender el daño que podríamos evitar con ejemplos cotidianos que no afectaría la AgendaPro o rutina que llevamos todos los días.

Los rayos ultravioletas en el día a día, durante los 365 días del año, sin discriminar estación, son dañinos. Hay que tener en cuenta que en algunas son de mayor intensidad que en otras y en absolutamente todas nos afectan, con la influencia del calentamiento global, y todos los cambios climáticos que se vienen manifestando en estos últimos años.

Esto nos puede perjudicar a largo plazo: secando, deshidratando, arrugando, formando líneas de expresión en el rostro, manchas o lunares nuevos. Generando acumulación de sedimentos y piel muerta, de forma innecesaria y prematura, reflejando así una edad aparentemente mayor o con una expresión de agotamiento, cuando en realidad no lo estamos.

Por un lado, todos los productos de cosmética y dermatología de esta nueva era son mejores, y esto tiene una razón lógica: las empresas han invertido mucho en investigaciones. De este modo, mejoraron la tecnología y sumaron mayores recursos, consiguiendo una mejora en la calidad en los productos de elaboración y su manufacturación.

Gracias a todos esos factores y junto a la visión de empresas, hoy, el mercado de la enorme industria de belleza, con todos aquellos artículos que tienen que ver con el cuidado de la piel, amplió sus fronteras para que tengamos la posibilidad de acceder a una cantidad de productos de diversas índoles.

Tanto desde un lado natural, refiriéndonos a los provenientes de salvias, algas, hierbas naturales, así como del lado de los químicos y fórmulas, los avances tecnológicos permitieron ampliar el mercado para cuidar a cualquier tipo de piel.

Los productos llegan de un modo más directo hacia el consumidor final, o sea nosotros; y logran conseguir un efecto como recién salido de un salón de belleza pudiendo realizar estos tratamientos de una manera simple y sencilla desde la comodidad de nuestras casas.

Antes solo podríamos acceder a ellos a través de profesionales de un salón de belleza, de lugares como centros de estética, spas, entre otros; Ahora ya no poseen esa exclusividad. Podemos encontrar productos como cremas, lociones, emulsiones, geles de limpieza, fijadores de maquillaje, bases con factores de protección solar, con químicos no agresivos, de usos corporales y también faciales, de muy buena calidad en los hipermercados, farmacias y perfumerías. De la mano de un buen tutorial de internet.

Estas nuevas tendencias como la famosa rutina matutina de "skincare" nos ayudan mucho porque, con solo unos pasos que agregamos a todas nuestras mañanas ayudamos a que nuestra piel no se irrite con tanta facilidad o se congestione y genere esa sensación de hinchazón.

La piel se expresa cuando manifestamos emociones fuertes como el llanto, la ira, el enfado, o vulnerabilidad. Esta sufre una congestión donde las vías sanguíneas comienzan a trabajar mucho más rápido bombeando y abasteciendo todos los vasos capilares de gran fluido de sangre elevando nuestra temperatura corporal y manifestándose con una pigmentación más rojiza o colorada.

Por eso hacemos hincapié en la importancia de incorporar como habito dedicar unos simples 10 o a lo máximo 15 minutos al inicio del día, luego de refrescarnos el rostro, habiendo descansado lo recomendado que son 8 horas de sueño, y al final de una jornada , antes de acostarnos, logrando una sensación de "relax" al finalizar el día.

Otro pequeño granito de arena para ayudar a nuestra piel es: siempre que usemos maquillaje, retirarlo al terminar el evento o si usamos de forma diaria, tratar en lo posible de acordarnos de retirarlo antes de irnos a descansar, dejando así libres los poros y que todo fluya de una mejor manera durante nuestro estado de reposo.