Se duplicaron las investigaciones por ciber acoso

Ana Di Iorio, directora de Info lab aseguró que en durante la pandemia y en este tiempo de nueva normalidad el delito de ciberacoso infantil se duplicó. Las cifras del ministerio Público de la provincia de Buenos Aires son contundentes: en 2020 se iniciaron 4.050 investigaciones y en 2021 3770.

Y Mar del Plata también "está con un alto grado de delitos de este tipo": en 2020 se abrieron 164 y en 2021 149.

En la pandemia ocurrió que los chicos estaban obligados a pasar más tiempo frente a las pantallas. "Aquellos padres que limitaban el acceso a la tecnología se encontraron con que la manera de socializar que tenían sus hijos era a través de los medios tecnológicos".

Esa situación trajo aparejada otra: "muchos no habían sido formados en cómo cuidarse. Entonces había más cantidad de chicos desprotegidos frente a la pantalla".

Di Iorio, que además es perito en Informática, viene observando que hay una profesionalización del delincuente. "Estudian por dónde se mueven los chicos. Los padres, que estamos ocupados en un montón de cosas, sabemos que juegan a la Play pero no cómo son los juegos. El delincuente que está en el tema del ciber acoso sabe en qué juego meterse y cómo funciona. Interactúan con los menores a través del juego y a partir de la confianza pasan a otros medios".

Al ser consultada sobre si existe un patrón de los victimarios, respondió que "no hay estudios sociológicos. En las causas que me tocan, generalmente, son varones mayores de 35, 40 años. No he tenido imputadas. En cambio, las víctimas son tanto varones como mujeres. También hay casos en que la víctima es adulta pero tiene otras herramientas para defenderse a nivel estructura psíquica, contención y pudor".

El delito funciona así. "Un caso clásico es el de las personas que intentan obtener material de abuso sexual infantil y no llegar al encuentro. Lo usan o en ocasiones son solicitados para ingresar a redes que distribuyen imágenes de abuso sexual infantil o de pedofilia como se decía anteriormente".

"Hay otros perfiles que en ocasiones llegan al encuentro. Constituyen dos delitos distintos. Por un lado el de la obtención de imágenes y acoso virtual en argentina está penado como delito de grooming y el segundo ya estamos hablando de un delito de abuso sexual infantil que se inicia a través de un medio virtual", explicó.

En general, los delincuentes se toman todo el tiempo que necesitan. "Hacen un trabajo de hormiga, con paciencia. No muestran sus reales intenciones automáticamente. Van generando un vínculo y, tal vez cuando llega el momento de pedirles una foto indebida, ya hace un año que están hablando".

Luego, la especialista derribó un mito. "No siempre el acosador miente respecto a su identidad. No siempre es un adulto que se hace pasar por niño".



Dialogar más que prohibir
En cuanto a la prevención, indicó que "viene de la mano del diálogo y de saber qué está pasando con mi hijo", dijo y agregó que los padres pueden preguntar "¿A qué jugaste hoy? ¿De qué se trata? Empezar a involucrarnos en lo que hace en las horas de ocio y con quién interactúan".

La premisa es: "privar de algo no es la manera si no enseñarles a transitar por eso que es la vida virtual pero acompañándolos y estando atentos a lo que les pasa. Hay una analogía con la calle: no les podemos decir que no salgan sino que sepan cómo cuidarse".

Si bien aclaró que el rol del control tiene que estar, el de educadores también y citó el caso de una chica en Mar del Plata a la que le habían quitado todos los dispositivos y se seguía conectando a facebook mediante el Smart Tv.

Una mayor formación en el uso de internet
El Info Lab cuenta con una línea de responsabilidad social que trabaja en el uso de una internet sana. "Planteamos la convivencia digital y cómo podemos ayudar a niños, niñas y adolescentes a prevenir distintas situaciones no deseadas".

Esa línea se relaciona con cuestiones como "cómo dialogar con un extraño, qué tener en cuenta cuando uno está interactuado través de las redes con una persona desconocida, cómo convivimos con el otro en diferentes grupos sociales, en grupos de WhatsApp, redes y todo lo que implica una convivencia más allá de que sea o no un extraño".

En ese programa trabajan de forma interdisciplinaria abogados, psicólogos y técnicos. "Los psicólogos son los que nos van a ayudar en cómo prevenir y cómo contener cuando algo sucedió porque la angustia que se genera es muy grande".

"Entonces cuando hablamos de recomendaciones lo primero que decimos es que esa persona con la que voy a interactuar tenemos que saber quién es. No solamente la foto que se puso si no una video llamada, poder saber con quién estoy hablando desde lo físico", señaló.

Otro consejo que le dan a los chicos es que todo lo que les pasa a sus padres les importa y también los invitan a tener un adulto en quién confiar. "Alguien que encuentren ellos con quien puedan dialogar".

Mientras tanto a los adultos les aconsejan estar atentos, observar las actitudes. "Si siempre que suena el teléfono se ocultan, que no estén solos frente a la pantalla mucho tiempo, que estén en sitios que se puedan transitar y se pueda ver lo que sucede. Cuestiones que tienen que ver con lo básico que está relacionado con el cuidado. No sólo descansar en el control de la tecnología si no realizar un cuidado desde la persona observando actitudes, grupos de contacto y ese tipo de cosas".