Quieren la reforma laboral para facilitar los despidos
El concepto es del abogado laboralista Luis Ramírez quien advirtió que el que siente amenazado su empleo queda sometido y sin posibilidad de ejercer sus derechos. Cómo sería la reforma laboral regresiva que proponen algunos pre candidatos a la presidencia y cómo deberían evolucionar los derechos del trabajador.
El abogado laboralista Luis Ramírez, miembro de la Asociación de Abogados y Abogadas Laboralistas, estuvo en Mar del Plata y advirtió sobre los riesgos de la reforma laboral que plantean distintos pre candidatos a presidente como Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich y Javier Milei, entre otros.
Fue en una jornada que se desarrolló en el Sindicato Luz y Fuerza Mar del Plata denominada "Los derechos laborales siempre bajo amenaza, ¿por qué? La reforma laboral".
El especialista indicó que muchos dirigentes anuncian medidas propias de una reforma laboral hace más de dos años. “Hay proyectos de Loustau (Martín, senador nacional de la UCR–Juntos por el Cambio), Losada (senadora nacional, Juntos por el Cambio) y María Eugenia Vidal (diputada nacional del mismo espacio) con diferentes medidas mientras que el gobierno de Cambiemos había presentado un proyecto profundo de reforma laboral con sentido regresivo ya que eliminaba o limitaba derechos de los trabajadores”.
Ramírez dijo que no se trata de un tema nuevo y recordó que la primera reforma fue la de la dictadura en 1976 que “modificó más de 100 artículos de la ley de contrato de trabajo que había sido aprobada dos años antes. Después tuvimos la reforma laboral de Menem (Carlos Saúl, presidente entre 1989 y 1999) y la de la Alianza con la famosa ley Banelco”.
“El verdadero motivo de estos intentos es la intención del poder económico de recuperar lo que perdió en las luchas obreras del siglo pasado cuando se generaron los derechos del trabajo”, señaló.
Las reformas suelen presentarse como una manera de generar más empleo e inversiones. Sin embargo, según el abogado laboralista “es una mentira. Esto ya fracasó en los 90 cuando hablaban de flexibilidad laboral. Pero esa frase ya no la usan porque tiene mala prensa: no generó empleo. Al contrario, tuvimos un desempleo que llegó a superar el 20%”.
Si bien, Ramírez reconoció que hay problemas, hoy el desempleo es bajo. “Hay otro tipo de conflictos que no van a solucionar quitando derechos y eso está comprobado en Argentina y en el mundo”.
En este viejo conflicto entre capital y trabajo, el abogado precisó que la primera batalla es cultural. “Comienza por quien es el que controla el lenguaje. Entonces dicen flexibilidad no digamos porque la gente ya sabe, hablemos de reforma y cuando ven que también se va gastando, hablan de modernización”.
Luego, manifestó que la discusión es otra. “Yo también quiero reforma laboral, el derecho del trabajo debería estar en constante evolución. Es cierto que hay que reformarlo pero no en el sentido regresivo de quitar derechos y suprimir conquistas de los trabajadores”.
Lo que quieren eliminar
Entre los derechos que se eliminarían están las indemnizaciones por despido. “Las reemplazarían por un fondo de desempleo. Pero el problema no es cuánto dinero se va a llevar el trabajador el día que lo despidan sino que en la medida en que al empleador no le cuesta despedir, aquellos que puedan conservar el trabajo quedarán sometidos a una situación de inestabilidad laboral absoluta ¿Qué derechos podes ejercer cuando el patrón tiene semejante poder?”.
Una reforma como la que plantean estos espacios, incluye la posibilidad de cambiar las condiciones laborales. “A aquel que se desempeña en el turno mañana, podrán exigirle que trabaje a la tarde o la noche. Quieren las manos libres y el derecho de los trabajadores les pone límites porque desarrolla la protección de la dignidad de la persona”.
Otra de las modificaciones sería para minimizar el poder de los gremios. “Por ejemplo: en caso de una huelga quieren que haya servicios mínimos. Hay países donde esos servicios llegan al 95% entonces solo podría parar el 5. Es el viejo truco de reglamentar un derecho para que no se pueda ejercer”.
También buscan atomizar a los sindicatos. “Quieren eliminar los derechos que le otorgan al sindicato más representativo la personería gremial. Así, podrían juntarse veinte trabajadores y fundar un sindicato entonces los habría por empresas, por secciones. Atomizarlos para debilitarlos”.
Para restarles poder económico, plantean la regulación de la cuota sindical. “El afiliado deberá pagar o transferir pero ya no habría retenciones. Quieren eliminar las cuotas que pagan los no afiliados por el hecho de recibir todos los beneficios del convenio colectivo que genera la lucha del sindicato”.
Evolución de los derechos
En referencia a cómo deberían evolucionar los derechos, el abogado sostuvo que se debería reforzar la estabilidad laboral. “El derecho a mantener el empleo es la madre de todos. Si no hay estabilidad no podes ejercer los demás porque está siempre el temor al despido. El 14 bis (artículo de la Constitución) dice que el legislador tiene que proteger contra el despido arbitrario. Y proteger es hacerlo difícil, costoso. Quiero una reforma laboral pero en sentido completamente opuesto a lo que presenta esta gente”.
En ese marco, aseveró que deberían eliminarse las Aseguradoras de Riesgos del Trabajo (ART). “Son sociedades anónimas con fines de lucro, sociedades comerciales que están para ganar plata. Entre ellas y las víctimas de un accidente hay intereses opuestos. Cómo hace la ART para cubrir a alguien cuando en realidad lo que quiere es lo contrario a lo que ese trabajador tiene derecho. Deberían existir organismos sin fines de lucro”.
Las ART se crearon en 1995. “Dejaron el sistema de riesgos del trabajo en manos privadas. Esto es una barbaridad. Por eso hay tantos conflictos. El sistema hace que el que tiene que cubrir no quiera cubrir. Hay que sacarlas de la cancha como se hizo con las AFJP que eran exactamente lo mismo”.
“Todo el mundo las protege. Frente a grandes y poderosos intereses económicos no hay ninguna grieta. Todos los gobiernos, desde la década del noventa hasta ahora, han tomado medidas para proteger el negocio de las ART”, remarcó.
Además habría que darles a los trabajadores el derecho de defensa frente al empleador. “Cuando un empleador considera que se ha cometido un acto de indisciplina actúa como juez y parte y el trabajador no tiene derecho de defensa, ni siquiera a ser escuchado antes de una sanción”.
“Estamos atrasados. Vivimos a la defensiva por estos ataques del capital. Estamos en la trinchera y nos limitamos a defender lo que hay. No es perfecto, hay que modernizarlo en un sentido contrario a lo que nos proponen”, concluyó.