Última semana para participar de la consulta pública por el Parque Eólico en las Sierras

Vecinos nucleados en la organización Salvemos la Sierra, la Fundación Paititi, investigadores y científicos, la Red Tandilia,  y la Fundación Verdepampa se oponen a la instalación de un Parque Eólico en Sierra La Peregrina por cómo podría afectar al ambiente, la biodiversidad y la actividad en la zona.

Por eso, convocan a la ciudadanía a que se exprese en el registro de participación pública que abrió el ministerio de Ambiente de la provincia de Buenos Aires y forma parte del estudio de impacto ambiental. Hay tiempo hasta el próximo viernes 26 de enero y no es vinculante. 

El proyecto es de la firma Central Puerto SA. Pretende la instalación de 23 aerogeneradores en un campo de 2376 hectáreas a 600 metros del barrio Sierra de los Padres y el desarrollo de senderos internos, tendido de líneas subterráneas, una Estación Transformadora y una línea de alta tensión. 

Nicolás Pugliese, Educador Ambiental y miembro de Verdepampa, advirtió que el proyecto podría afectar a toda la ciudad. “El destino turístico mar y sierra debería tachar el segundo término porque ya no va a ser vendible. Va a ser un escenario industrial”. 

El impacto variará de acuerdo a la cercanía con el parque. “Hay gente que va a sufrir más directamente el tema del parpadeo, los ruidos, el paso de las torres y los espectros electromagnéticos, que van a ser los que estén más cercanos a las instalaciones”, explicó Pugliese y agregó que otros verán perjudicado el paisaje, el contacto con la naturaleza, la desvalorización de las propiedades y de la infraestructura montada para el turismo. 

También se verán afectados los vecinos que usan las sierras. “Nosotros creemos que afectará a todo el Partido y se amplía a nivel de los visitantes que vienen buscando este tipo de escenarios”. 

Un estudio de impacto ambiental incompleto 

Luego, destacó que esta decisión se está desarrollando de espaldas a la comunidad “que no puede decidir qué tipo de futuro quiere” y si bien aclaró que la empresa está cumpliendo los pasos legales calificó al estudio de impacto ambiental como “sumamente pobre”. 

El estudio que presentaron tiene fallos y “muchas áreas de vacancia”, dijo y ahondó en ese concepto: “Hay muchas preguntas que no responde. Por eso tiene tantas objeciones por parte del grupo de científicos que se dedicó pormenorizadamente a analizarlo. No satisface en absoluto y tiene errores metodológicos gravísimos”.

En el documento que presentó la empresa, advirtió el vecino, “están infravalorados todos los impactos en el ecosistema porque este proyecto se emplaza en un refugio de biodiversidad. Es una de las pocas áreas que quedan en la provincia de Buenos Aires con una naturaleza pampeana que funciona”, dijo y al mismo tiempo lamentó que tendrá una incidencia en la calidad del aire y del agua. 

A su vez, llama la atención que entre los impactos que podría tener este proyecto no se tuvo en cuenta el valor arqueológico de la zona y, con respecto a la fauna, los estudios fueron muy puntuales y no se tuvieron en cuenta las características de todo el ecosistema.

A la espera de que no aprueben el proyecto 

El proyecto debe contar con el permiso del Gobierno de la provincia de Buenos Aires y, una vez que termine ese trámite, de la Municipalidad. Por eso, Pugliese manifestó que los vecinos esperan que esas administraciones consideren la opinión de la comunidad, “le den una oportunidad para decidir su propio futuro y que este proceso no sea aprobado”. 

En principio, el ministerio de Ambiente bonaerense amplió el plazo de la Consulta Pública hasta el 26 de enero. Es una instancia de la evaluación del impacto ambiental en la que pueden participar todos los ciudadanos, pero no es vinculante. 

Tras la asamblea de vecinos del 8 de enero pasado, enviaron comunicaciones a la municipalidad. Aún no obtuvieron respuesta pero, según aclaró Pugliese, saben que parte del gobierno local y de los concejales están siguiendo el proceso. 

El miembro de Verdepampa aclaró que están a favor de la conversión energética y comprometidos en la lucha del cambio climático. “Pero no podemos destruir un área natural y paisajística cuando hay tanto espacio en lugares que no tienen estos impactos sociales y ambientales. Este proyecto no tiene que estar en este lugar, tiene que estar en otra parte.