El negacionismo pretende borrar los rastros criminales

El concepto surgió durante un diálogo con Ana Pecoraro tras conocerse que el gobierno de Montenegro pretende habilitar un bar de gin en la Ex ESIM donde funcionó un centro Clandestino de Detención. “El Estado no puede incurrir en el negacionismo”.
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Tal como ocurrió en 2022 con un proyecto similar, el gobierno de Guillermo Montenegro pretende habilitar la instalación de un bar de gin en el predio de la Ex Escuela de Suboficiales de Infantería de Marina (ESIM), donde funcionó un Centro Clandestino de Detención durante la última dictadura militar. 

Para eso impulsa un proyecto en el Concejo Deliberante que, de aprobarse, cedería a la Sociedad de Fomento Faro Norte el uso del terreno de avenida de los Trabajadores al 5700 por cinco años, con la posibilidad de prorrogarlo por uno más. 

A su vez habilitaría la firma de un convenio entre la asociación vecinal y el municipio que estipula un canon anual de tres millones de pesos y, al mismo tiempo, permitiría que la entidad vuelva a ceder el uso del espacio a un tercero que sería la empresa Burbarrel SA, productora del gin Restinga.

La iniciativa generó el rechazo de los organismos de derechos humanos de la ciudad. “Este espacio, que fue testigo de la violación sistemática de los derechos humanos, la tortura, la desaparición forzada y el asesinato de cientos de personas, debe ser preservado como un sitio de memoria, reflexión y homenaje a las víctimas, o reconvertido en un predio para la promoción de los derechos humanos de las nuevas generaciones”, manifestaron a través de un comunicado.

Región Mar del Plata dialogó con Ana Pecoraro, Coordinadora del Espacio para la Memoria y Promoción de los Derechos Humanos del ex CCD ESIM, quien recordó que hay un proyecto de la Universidad de la Universidad Nacional de Mar del Plata en junio de 2022 solicitó al intendente la cesión del predio para conformar allí un espacio educativo, histórico, ambiental, cultural para el disfrute y el aprendizaje. 

En la nota, la Universidad dejó en claro el objetivo de conformar un espacio para la recuperación testimonial, de memoria y resiliencia democrática y también que en estos casos “el papel del estado, en este caso municipal, resulta fundamental”.

También recordaron que el espacio forma parte de una Reserva Ambiental que “posee rasgos paisajísticos, geológicos, de flora y fauna de vital importancia” y tras aclarar que tiene las potencialidades para que esté al servicio de la comunidad educativa, expresaron que la idea es generar un polo “entendiendo la educación como un derecho y la construcción de ciudadanía como parte de dicho proceso”.

En la ESIM funcionó el GT 6.2

Pecoraro contó cómo fue el funcionamiento de la ESIM donde entre 1976 y 1983 la dictadura militar montó uno de los, por lo menos, doce Centros Clandestinos de Detención que hubo en Mar del Plata. 

Al igual que el conjunto de instituciones, infraestructuras y recursos de la fuerza de mar la ESIM fue incorporada en la estructura represiva para la “lucha antisubversiva” a través del llamado Plan de Capacidades de 1975 (Placintara/75). “Las instalaciones de la Amada Argentina (ARA) en Mar del Plata y la región quedaron bajo comando de la Fuerza de Tareas 6 `Fuerza de Submarinos` (FUERTAR 6) con destino principal en la Base Naval, sede de la Fuerza de Submarinos de la cual recibe su nombre”, dijo.

La FUERTAR 6 contuvo dos grupos de tareas (GT) y una central de inteligencia. “El denominado GT6.1, que comprendió los destinos con asiento en la Base Naval de Mar del Plata, estuvo compuesto por cuatro Unidades de Tareas (UT). Por su parte, el GT6.2 incluyó la ESIM. La estructura de esta dependencia estuvo compuesta por el batallón de alumnos, compañías, secciones y patrullas”

Pecoraro recordó que al mismo tiempo en el Placintara se precisó que el personal de la escuela estaría en capacidad de ejecutar las acciones: “Represión”, “Conquista y ocupación de zonas y objetivos” y “Ataque terrestre a las fuerzas regulares e irregulares del oponente subversivo”. 

Desde 1975, la ESIM desempeñó una doble función. “Por una parte, continuó con su misión como instituto de formación para aspirantes y suboficiales de la Armada. Por la otra, se constituyó en asiento operativo del GT 6.2. al asumir el director de la escuela el comando de dicho GT9 “.

Faro Mar del Plata

La represión a cargo de las tres fuerzas 

Para octubre de 1975 el país estaba dividido en zonas y subzonas militares. Cada una estaba al mando de un Cuerpo del Ejército. Así se “replicó la organización prevista por el Plan de Conmoción Interna del Estado (CONINTES) en 1958. La división implicó la concepción de las diferentes geografías como ´zona de guerra´. Mar del Plata fue una de las pocas ciudades del país caracterizada por la presencia y el accionar represivo de las tres FFAA”. 

Esta estructura, a la vez, incluyó la supuesta subordinación de las distintas fuerzas (Armada, Fuerza Aérea, policías provinciales y Federal, Prefectura y Gendarmería) al comando de cada subzona correspondiente al Ejército. “Mar del Plata, como cabecera y comandancia de la Subzona 15 de la Zona 1 contó con una amplia red de Centros Clandestinos de Detención con la participación de todas las fuerzas armadas y de seguridad. Al menos 12 fueron identificados, como La Cueva (base área), Gada 601 (ejército), Base Naval, varios edificios, el más importante la Agrupación de Buzos Tácticos, el cuartel de bomberos, la comisaria 4ta, el destacamento de Batán, el de Playa Grande y la ESIM, entre otros”, recordó. 

Así, el impacto de la represión en la ciudad “fue de gran importancia debido a la cantidad de personas secuestradas en relación al total de la población. Los testimonios ofrecidos por los sobrevivientes de estos CCD desde el momento de su liberación hasta la actualidad, en todo tipo de instancias (CONADEP, procesos judiciales- de carácter nacional e internacional- y entrevistas) resultaron fundamentales para el conocimiento acerca de lo sucedido”.

En el último tiempo, se han habilitado discursos negacionistas como el de la vicepresidenta de la nación, Victoria Villarruel y el biógrafo y amigo del presidente Javier Milei, Nicolás Marquez. Una situación que encontró su punto máximo el pasado 11 de julio cuando diputados de La Libertad Avanza visitaron a Alfredo Astiz en el penal de Ezeiza. 

El entrerriano Beltrán Benedit fue quien organizó el encuentro con quienes consideran ex combatientes en la lucha contra “el marxismo”. Lo acompañaron Lourdes Arrieta, Alida Ferreyra, Guillermo Montenegro, María Fernanda Araujo y Rocío Bonacci. Astiz, a su vez, estaba con otros represores de la ESMA como Antonio Pernías, Carlos Suárez Mason (hijo) y Adolfo Donda.

¿Por qué piensan que en este momento se habilita tanto el discurso negacionista?

La Memoria siempre es un territorio en disputa, los discursos negacionistas no son nuevos y muchas veces tienen que ver con una combinación de cambios sociales, políticos y culturales. Como dice Daniel Ferestein actualmente estos discursos comienzan a expresarse en acciones mucho más articuladas y con un nivel de representación mayor dentro del sistema político, que tiene que ver con el crecimiento de las nuevas derechas. Estos negacionistas no son ignorantes, niegan o plantean la duda con un objetivo político claro: la negación de las violencias cometidas busca desconocer a las víctimas y borrar los rastros criminales de quienes los perpetraron.

Respecto a la discusión sobre si penalizar los discursos de odio, Pecoraro manifestó que “la penalización no los frena sin educación, memoria y política. Sí creo que a quienes tienen cargos públicos habría que sancionarlos”. 

Al ser consultada sobre qué se debe hacer ante el negacionismo, sostuvo que “la clave está en la educación y en la profundización del sistema democrático. La escuela tiene un rol central en esto”. 

También señaló que el negacionismo “es una cuestión política y la política es quien debe resolver esto”, y a la vez citó palabras de Fabian Salvioli –el jurista argentino que, desde 2018, está a cargo de la relatoría especial de Naciones Unidas sobre la promoción de la Verdad, la Justicia, la Reparación y las Garantías de no repetición­–: “El que no puede incurrir en negacionismo es el Estado y, en ese sentido, los funcionarios del Estado de ninguna manera pueden incurrir en una actitud negacionista porque eso compromete la responsabilidad del Estado. No debería existir una sociedad que admita el negacionismo, de manera tal que nadie que tenga una postura negacionista ocupe un rol en el Estado”. 

“Creo que desde los Gobiernos deben reforzar las políticas públicas de Memoria, Verdad y Justicia, que en nuestro caso, la Argentina, son ejemplo en el mundo. El negacionismo no es solo de la dictadura, sino de la ciencia, la identidad de género, etcétera. Y son posiciones que traen no solo discursos de odio, sino actos de odio. En Mar del Plata sufrimos esto y la justicia condenó a los responsables. Me refiero al juicio a los neonazis. No Olvidar es la tarea”, apuntó. 


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