El SISP y el Clúster Tecnológico impulsan una estrategia para el Bienestar Digital en Tandil
En el marco de la Semana Flama, el Sistema Integrado de Salud Pública (SISP) y el Clúster Tecnológico de Tandil presentaron una Estrategia Multisectorial de Bienestar Digital, destinada a promover hábitos tecnológicos saludables y fortalecer la prevención desde la educación, la salud y la comunidad.

En el marco de la Semana Flama, el Sistema Integrado de Salud Pública (SISP) y el Clúster Tecnológico de Tandil presentaron una Estrategia Multisectorial de Bienestar Digital, un proyecto conjunto que busca fomentar el uso responsable de la tecnología y prevenir los impactos negativos del entorno digital en la salud mental y social de la población.
Durante el ciclo “Charlas alrededor del fuego”, la doctora Cecilia Martens, presidenta del SISP, destacó la importancia de incorporar la salud digital como parte de la salud integral. “No se trata de prohibir, sino de reconfigurar hábitos y contextos: en la casa, en la escuela, en el trabajo”, señaló, al tiempo que adelantó que la estrategia sumará, en 2026, a escuelas, empresas, clubes, medios y organizaciones locales.
Martens remarcó que la articulación entre el sector público y el tecnológico será clave para generar herramientas de formación, prevención y medición que orienten a distintos grupos etarios hacia un bienestar digital sostenible.
El rol del Clúster Tecnológico
Por su parte, Esteban Sarabia, presidente del Clúster Tecnológico, subrayó que la prevención digital debe abordarse de manera similar a otras transformaciones sociales logradas con campañas conjuntas, como el uso del cinturón de seguridad o la prevención del VIH. “Cuando se alinean salud, educación, Estado, empresas y medios, las conductas cambian. Nuestro desafío es avanzar sin caer en el pánico moral”, explicó.
Un observatorio para medir y escuchar
El exdirector nacional de Salud Mental y Adicciones, Luciano Grasso, propuso crear un Observatorio de Salud Digital, orientado a recopilar datos locales y ofrecer un espacio de escucha activa. Este organismo permitirá ajustar las políticas públicas y acciones educativas de acuerdo con las demandas reales y emergentes de la comunidad.

