La historia de los hipotecados que pagan y cada día deben más
Parece una novela que no tiene fin o el cuento de la buena Pipa pero aquí no hay nada que sea ficción. Es la realidad de los Hipotecados UVA. Del gobierno que no brinda una solución y que, con el congelamiento, al final los perjudicó. También están los que apuestan a una solución judicial.
Las cuotas de los créditos Hipotecarios UVA se dispararon tras el fin dl congelamiento que había dispuesto el gobierno nacional. La deuda de capital nunca dejó de aumentar. La solución de fondo se demora mientras las familias piden poder pagar sus casas. La mala prensa. El camino judicial que tomaron algunos.
Verónica, docente y vecina de Mar del Plata, hizo los trámites en 2016 apenas lanzados los créditos por el gobierno de Mauricio Macri. "Tenía dos trabajos y el monotributo más bajo en ese momento. Fue fácil calificar en un banco privado como el Santander".
A fines de marzo del año siguiente, le otorgaron 700 mil pesos con una cuota inicial de 4500. Hoy debe 2.590.160,95 pesos aunque nunca dejó de pagar una sola cuota y por mes abona más de 11 mil pesos.
María tuvo una suerte similar. Escrituró junto a su pareja el 1º de diciembre de 2017. El banco Provincia de Buenos Aires le prestó 1.500.000 pesos. "El dólar estaba a 17,55, no me olvidó más. La cuota inicial fue de poco más de 9 mil. El mes pasado pagamos 24.647 pesos. Nunca dejamos de pagar y ya debemos 5.159.148".
Los hipotecados que consultó Región Mar del Plata coinciden en que el sistema es injusto, el esfuerzo solo lo hace el deudor y en que son víctimas de una estafa: pagan en fecha -la mayoría está obligada a hacerlo por débito automático- y, sin embargo, deben a los bancos más del triple de lo que les prestaron.
El congelamiento favoreció a los bancos
Una vez que finalizó el congelamiento el pasado 31 de enero, el banco Santander Río le generó a Verónica seis microcréditos en UVA. En el banco no explican por qué ni cuándo debe pagarlos.
Javier ferra, que tiene un crédito UVA con el banco Provincia de Buenos Aires y además es abogado, lo explica así: congelaron pero la cuota real aumentó todos los meses. "Esa diferencia que vos no fuiste pagando porque te mantuvieron la cuota congelada en quince mil -por ejemplo- los bancos la transforman en UVAS y te la cobran al final del crédito".
"Supongamos que en total son 20 mil pesos, bueno te las convierten en UVAS y los pasan al final. Entonces lo que no abonaste de 15 o 20 al final del crédito van a ser 100, 150 dependiendo de la inflación. Es una bola de nieve imposible de parar", sostuvo.
Verónica indicó que la situación es "muy angustiante" y, a su vez, consideró: "El esfuerzo no es compartido, es solo de la familia hipotecada que todos los días se rompe el lomo para pagar. Y, claramente, los salarios no acompañan".
La mala prensa
Ferra destacó que para los hipotecados siempre fue difícil hacerse oír. "Tenemos mala prensa. El que no conoce la realidad de los créditos UVA y nos ve reclamando piensa que queremos que nos paguen las casas o que pedimos un subsidio y no tiene nada que ver con eso".
"Pedimos que se modifique la forma de ajustar el contrato", explicó y aclaró: "No le estamos sacando plata al estado, es un privado lo que hay del otro lado. El que sale a negociar es un banco. Entonces no estamos sacando plata como si fuera un subsidio, estanos negociando con un sujeto privado que tiene una posición dominante en el mercado porque son cuatro o cinco bancos".
Otro argumento que ha usado el gobierno y los bancos para no dar una solución es que es muy bajo el nivel de mora. "Pero no dicen que en esa estadística no está la gente que ha saldado por venta de la casa. No dicen que uno de los requisitos cuando sacaste el crédito es que pagues por débito automático o por la tarjeta de crédito con lo cual es imposible que entres en mora".
Vía judicial
Las demandas ante el atropello que suponen los créditos en UVA comenzaron en 2018. "La vía idónea y única para judicializar es una acción de reajuste. Le tenés que pedir al juez un reajuste de contrato".
Es decir, que se aplique una forma de reajuste que no sea por inflación. "Puede que un juez entienda que es más justo el coeficiente de variación salarial, otro que deje sin efecto la variación por CER y aplique una tasa como tienen los créditos tradicionales. Hay un abanico de posibilidades", explicó Ferra.
Según el abogado, la demanda tiene al menos tres argumentos clave. Primero: "Nada hacía prever que se iba a disparar la inflación un 50% -N de la R: en 2016 cuando salieron los créditos- y que íbamos a tener una corrida del dólar como la que tuvimos en 2018 que terminó con la inflación más alta de los últimos 27 años, después de 1991".
Segundo: "La ley de defensa del consumidor. O sea, tenemos cláusulas abusivas y, además, vas sacar un crédito y lo único que te ofrecen para tu casa es una sola línea".
Tercero: "El gobierno hace un año saca una ley de emergencia económica que dice que va a haber esfuerzo compartido por parte de los bancos. El esfuerzo compartido es no te pago la diferencia pero me la vas a cobrar cuando termine el crédito con la deuda actualizada. ¿Dónde está el esfuerzo compartido? Recae claramente sobre las familias".
"Falta que un juez se meta al barro y diga vamos a cambiar un poquito esto", indicó Ferra ¿Y cómo lo ves? "Es una ruleta rusa. Hoy el tema está muy disperso. No obstante, hay argumentos para hacer un planteo y una modificación".