La incertidumbre suma complejidad a la crisis

El impacto de la pandemia en las empresas varía según su salud previa al desembarco del virus.
Noticias de Mar del Plata. La incertidumbre suma complejidad a la crisis

La situación sanitaria comienza a ponerse seria en Capital y Gran Buenos Aires, mientras que en el interior del país parece vivirse otra realidad. Con el barbijo puesto y respetando la distancia, la normalidad se transforma en la nueva normalidad y comenzamos una adaptación necesaria para prevenir brotes de una enfermedad que ha causado estragos.

En estas latitudes la discusión pasa por las fases de una cuarentena que lleva más de 90 días y puso a prueba todos los sistemas, públicos y privados.

Las consecuencias económicas se sienten cada vez más en un proceso económico que viene golpeado desde hace años a una sociedad que no cuenta con la espalda para soportar más golpes.

Durante las etapas anteriores, gran parte de las actividades y comercios debieron detenerse. Las estrategias alternativas y el comercio electrónico ayudaron, pero apenas movieron la aguja del índice de actividad. Las aperturas parciales mejoraron la situación, aunque se siente la falta de consumo y los movimientos de caja son escasos.

"El gran problema está en actividades vinculadas a la gastronomía, la hotelería y el entretenimiento" comenta Ignacio Celasco, contador al que acudimos para tener una mirada que nos ayude a entender la situación. "No hay un horizonte que marque cuando será la apertura y no tener esa certidumbre dificulta cualquier tipo de planificación" reflexiona el profesional.

Ignacio aclara que hay hoteles que están trabajando a pleno, son aquellos utilizados para alojar personas que han venido de viaje o que por algún motivo deben estar en cuarentena, pero la mayoría se encuentran atrapados en la incertidumbre.

Con una mirada analítica, el joven contador manifiesta "Hay medidas que brindaron ayuda, ya sea para las cargas sociales o los sueldos de los empleados. Las empresas más ordenadas pudieron aprovecharlas y fueron muy útiles".

Bajando a un perfil más didáctico, explica que la estructura de un negocio no es solo la mano de obra y los servicios públicos también se vieron reducidos por a falta de consumo, como otros factores que propiciaron que la situación sea un poco más manejable.

Una de las cuestiones que inquieta, es el temor que surge en algunos sectores de abrir los negocios y se deje de contar con la ayuda del Estado sin lograr una vuelta a la actividad que se refleje en las ventas.

"Estamos en una economía complicada. Cerrar, es dejar a la gente sin trabajo y entrar en convocatoria, no es tan fácil. Por otra parte, si uno tiene un negocio está esperanzado en poder abrir. Nadie quiere cerrar su negocio" define.

"La verdad, es que es una época de mucho trabajo" define Ignacio que tiene trato con gente con grandes niveles de estrés y angustia. "Te encontrás que las empresas tienen distintos requerimientos, y no es lo mismo si la empresa está ordenada o no. Pero si, hemos tenido que presentar carpetas en los bancos para pagar los sueldos, completar información en AFIP, para los ATP" enumera Celasco que destaca la dificultad que se presenta al no encontrar contacto con alguien para poder resolver una controversia. "Cuesta encausar la queja para resolver cuestiones, pero se están resolviendo" comenta sin perder el optimismo.

Hay que tener en cuenta, también, que estas situaciones sirven para enmascarar realidades, en algunos casos. Hubo empresarios que al segundo día del Aislamiento declaraban que estaban fundidos, otros en cambio salieron a buscar soluciones para seguir adelante.


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