Manantiales y su desprecio por la comunidad y el medio ambiente

La firma que explota Club de Mar quiere desalojar a los vecinos. Además, en la reserva funcionaban dos basurales clandestinos.
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Los vecinos nucleados en la Asamblea Luna Roja denunciaron a la concesionaria del balneario Manantiales Club de Mar, Rivan SA, porque pretende desalojar espacios de uso público y por contaminación.

En la unidad turística fiscal (UTF) denominada Arroyo Lobería que está bajo dominio de la empresa no existen accesos ni espacios públicos tal como establece la ordenanza 21254. Y no sólo eso, RIVAN S.A. inició una demanda a los integrantes de la Asamblea ante el Juzgado Civil y Comercial para que ordene un desalojo del área recuperada por la comunidad de Chapadmalal.

"La empresa pretende `desalojar` una pequeñísima parte que, gracias al trabajo comunitario, se encuentra actualmente afectada al uso público", explicó Kanki Alonso integrante de la Asamblea. "RIVAN pretende impedir el legítimo uso público de la Reserva Paseo Costanero Sur. En solo un 7% de la superficie, parte de la comunidad realiza actividades de encuentro, deportivas, culturales, científicas y artísticas, dando el valor de generador de vínculos al espacio público de la Reserva".

Las actividades son gratuitas y contemplan: clases de yoga, clases de corporeidad y elongación, conferencias sobre fósiles y patrimonio, talleres de fotografía de la naturaleza, talleres de cerámica, avistaje de aves y encuentros de Intercambio de semillas.

Alonso recordó que los vecinos y vecinas lograron acceder a la reserva luego de 30 años de exclusión. "La calidad del espacio público se evalúa sobre todo por la intensidad y la calidad de las relaciones sociales que facilita, por su fuerza mezcladora de grupos y comportamientos; por su capacidad de estimular la identificación simbólica, la expresión y la integración cultural", observó.

"Así, además de los servicios arancelados, debería tratarse a todo el predio como un parque público, ya que se trata de un bien estatal de dominio público destinado al uso público. Junto con las instalaciones aranceladas deberían existir espacios, senderos, plazas, baños, accesos al arroyo y su cascada, todo, de acceso libre y gratuito todos los días del año", indicó Alonso.

Todo eso lo asegura la ordenanza 21.524 y debe ser controlado por el municipio. Como la empresa no realizó las obras, la municipalidad la ha multado. RIVAN apeló y el Intendente Guillermo Montenegro rechazó la apelación. La multa por 256 mil pesos quedó firme.

Sin embargo, la empresa fue más allá y demandó judicialmente al Ente Municipal de Turismo (EMTUR) para que se declaren nulas las actas y a la Municipalidad.

¿Quién asegurará el uso del espacio público mientras la empresa judicializa el derecho de la comunidad al acceso a la reserva y al municipio que lo que está haciendo es ejercer el poder de policía?

Basurales clandestinos
La Asamblea Luna Roja, además, denunció a RIVAN SA porque en la reserva existían dos basurales clandestinos declarados como depósito y estacionamiento. "El primero funcionaba en el edificio que fue iglesia durante más de 40 años, generando una vejación para la memoria colectiva de Chapadmalal independientemente de credos, ya que la iglesia representaba un sitio de encuentro", consideró Alonso.

La iglesia funcionó entre 1954 y 1997. En 1997 se trasladó hacia un nuevo edificio y Manantiales llenó su espacio con objetos de descarte y luego tapió con ladrillos la única puerta del recinto. Durante más de dos décadas RIVAN S.A. continuó usando el salón como vertedero, tirando basura a través de las ventanas.

"El otro, a cielo abierto e incluido en la Reserva Forestal, funcionaba como quemadero de poda donde también se quemaban plásticos, telas, mobiliario de playa, etc", precisó.

Alonso sintetizó la situación: "La empresa ocupó siete hectáreas de bosque marino frente al mar, expulsó de él a la ciudadanía y creó un modelo de servicio turístico basado en la discriminación social".

"En la dimensión ambiental, construyeron un sistema de aguas sanitarias deficiente y que no cuenta con permisos de la autoridad competente, como lo corroboraron las infracciones impuestas por ADA (Nota de la R: Autoridad del Agua del gobierno bonaerense) durante el allanamiento de la Policía Federal el 14 de abril de 2021. Allí se tomaron muestras de agua que arrojaron niveles de contaminación bacteriológica unas 16 veces más que el nivel permitido por la Resolución 125/16 del Ministerio de Salud de la Nación", detalló.

El desprecio por el medio ambiente que muestra RIVAN parece una costumbre en el Paseo Costanero Sur. La firma EJC SA que explota Luna Roja ha contaminado el arroyo Lobería con efluentes cloacales. Todo en una zona que en los últimos años no ha parado de crecer.


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