Disputa fatal en basural marplatense expone la exclusión social
El hecho deja en evidencia la urgente necesidad de justicia social y políticas públicas que protejan a los sectores más vulnerables de la ciudad.
La reciente disputa ocurrida en el Predio de Residuos de Mar del Plata, donde un joven murió y otras dos personas resultaron heridas, ha conmocionado a la ciudad. Este suceso refleja la profunda desigualdad social que persiste en Mar del Plata, afectando de manera desproporcionada a los sectores más desfavorecidos, quienes enfrentan diariamente la precariedad, el abandono y la falta de oportunidades. Frente a esta situación la Mesa de las Periferias emitió un comunicado donde analizan lo acontecido.
El basural de Mar del Plata se ha convertido en un símbolo de marginalidad y exclusión, un lugar donde decenas de personas buscan sobrevivir recolectando materiales reciclables. Familias completas, muchas en situación de extrema pobreza, se ven obligadas a trabajar entre la basura, enfrentando riesgos sanitarios, accidentes y, en casos trágicos como este, la muerte.
Lo sucedido pone de manifiesto la ausencia de políticas públicas adecuadas que puedan garantizar condiciones de vida dignas para todos los ciudadanos. La falta de programas de inclusión social, la carencia de trabajo formal y el acceso limitado a servicios básicos han creado un contexto en el que los más vulnerables están atrapados en un ciclo de pobreza y desesperación.
Este episodio trágico evidencia la falta de compromiso del Estado para abordar las problemáticas estructurales que afectan a las zonas periféricas de Mar del Plata. Las comunidades más necesitadas siguen esperando acciones concretas que les permitan acceder a una vida digna. Mientras tanto, la justicia parece ser una promesa lejana para aquellos que más la necesitan.
"El precio de la indiferencia es demasiado alto, y son los más vulnerables quienes lo pagan con su vida", señalaron desde la Mesa de Diálogo por la Dignidad de las Periferias, exigiendo respuestas inmediatas por parte de las autoridades.
La sociedad marplatense debe asumir su parte de responsabilidad ante esta situación, exigiendo al Estado la implementación de políticas inclusivas que promuevan la equidad, la justicia social y la protección de los más desamparados.
Es imperativo que se establezcan programas sostenibles de empleo, mejoras en la infraestructura de los barrios más desfavorecidos y acceso a servicios esenciales como la salud, la educación y la vivienda. Este triste acontecimiento no debe caer en el olvido, sino ser un catalizador para generar cambios estructurales en Mar del Plata. Los más vulnerables no pueden seguir pagando el precio de la indiferencia.